El Parlamento vasco aplaza el estudio sobre la amnistía y el "impuesto revolucionario"

La retirada a última hora «por defectos reglamentarios» del dictamen referido a la pacificación de Euskadi, que incluía, entre otros, puntos tan controvertidos como el impuesto revolucionario o la amnistía (medidas de gracia), fue la nota más destacada de la primera sesión del Pleno del Parlamento vasco celebrado ayer, que si había provocado justa expectación era precisamente por el anuncio previo de que los mencionados temas iban a debatirse en la Cámara.

La improvisación y los errores de bulto, fruto, sin duda, de la bisoñez de una institución que aprende a funcionar, fueron una constante en la jornada vivida ayer en el Parlamento vasco. La Junta de Portavoces y la Mesa se habían reunido por la mañana para ultimar el contenido de la primera sesión del Pleno. Media hora antes de iniciarse éste se confeccionaba con prisas un orden del día, en el que, de forma inesperada, se sustraía el punto más esperado del Pleno: el dictamen sobre la pacificación de Euskadi, que incluía una serie de importantes menciones y votos particulares con respecto al tema del posible estudio de «medidas de gracia».La razón que se dio para esta retirada del dictamen, de la que se enteraron algunos parlamentarios al iniciarse el Pleno, fue la existencia de una serie de «defectos reglamentarlos» que impedían quedara suficientemente formalizado el dictamen. Ni más ni menos había sucedido que, al anunciar públicamente que el mismo iría al Pleno, no se habían percatado sus señorías de que el plazo para presentar por escrito los votos particulares concluía precisamente a las doce de la noche de ayer. Por otra parte, la Mesa señalaba que no había recibido el texto de algunos votos particulares al ya mencionado dictamen, pese a que algún grupo insistía en haberlos entregado y en la posibilidad de que la Mesa los hubiese traspapelado. Un grupo reconoció también que pensaba que no era necesario presentar, para su inclusión en el dictamen, el texto del voto particular. En definitiva: el dictamen hubo de ser retirado para que vuelva a la Comisión Legislativa que lo tramitó.

La sesión comenzó, pues, con más pena que gloria, a las cinco y media (con treinta minutos de retraso), con petición de palabra por parte de un portavoz del grupo socialista, que, como cuestión de orden, preguntó al presidente por la ausencia de la Cámara del equipo de estenotipistas. Este le contestó que se iba a grabar magnetofónicamente el pleno «porque las estenotipistas estaban de vacaciones y no había dado tiempo a contratar otras ».

De los puntos tratados, quizá el más destacado fue la aprobación, únicamente con los votos en contra de UCD, de un dictamen referido al proyecto de ley de autonomía universitaria, en el que se manifiesta «la necesidad de que se modifique» el proyecto de la mencionada ley «de forma que quede garantizado el pleno respeto de las competencias de la comunidad autónoma del País Vasco en materia universitaria, de acuerdo con el artículo 16 del Estatuto vasco, posibilitando el logro de una universidad vasca, entendida como servicio público a la citada comunidad».