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Importante avance en las investigaciones sobre fusión nuclear

Las esperanzas de controlar el proceso de fusión nuclear, para obtener a través de él energía inagotable y barata, se han visto renovadas después de que un equipo de investigadores alemanes construyera recientemente un complejo instrumento científico.

Conocido como Wendelstein 7 A, el nuevo aparato puede hacer posible la creación de un reactor nuclear de fusión, piensan algunos expertos. A diferencia de la fisión nuclear, proceso en el que la energía se libera a causa de la rotura del núcleo del átomo, en la fusión nuclear, que es el proceso que tiene lugar en el Sol, es la unión de dos átomos en un solo núcleo lo que produce la energía.El nuevo instrumento, construido en el Instituto Max Planck, en las afueras de Munich, es una versión modernizada del Stellarator, otro ingenio creado por Lyman Spitzer, de la Universidad de Princeton, en los años cincuenta, cuando las investigaciones sobre la energía de fusión nuclear estaban en sus comienzos.

Según Harold Furth, director de investigación del laboratorio de plasma físico de Princeton, el invento de los alemanes es el suceso más importante registrado en este campo desde hace más de una década. Los complejos y costosos prototipos de reactores de fusión conocidos como Tokamak, que están siendo construidos en Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón y la Unión Soviética, podrían funcionar de manera alterna, mientras que el nuevo ingenio perfeccionado en Munich haría posible el funcionamiento de un reactor de manera continua.

La base de un reactor de fusión consiste en el confinamiento y compresión de un gas muy caliente (plasma), dentro de una cámara como forma de donut donde se crean condiciones para que el deuterio y el tritio, dos isótopos del hidrógeno, se fundan en helio, al tiempo que liberan gran cantidad de energía.

El problema esencial radica en cómo evitar que las partículas del plasma, que se mueven a altísimas velocidades, choquen contra las paredes de la cámara. El primitivo Stellarator tenía el grave defecto de que se perdía calor y partículas en una proporción alarmante. El Tokamak, de diseño soviético, consta de una serie de bobinas que crean un campo magnético junto a las paredes de la cámara, lo que sirve para retener las partículas. Aunque las pérdidas son notables, nuevos modelos han perfeccionado este diseño, y su funcionamiento alterno, encendiendo y apagando el aparato cada pocos segundos, elimina parcialmente esa pérdida.

El instrumento construido por los alemanes combina elementos de sus dos antecesores. Una corriente eléctrica axial es necesaria únicamente para comenzar a calentar el plasma, pero después el proceso se continúa mediante la inyección de un rayó neutro. Esto último consiste en el envío de un haz de partículas de carga eléctrica neutra dentro de la cámara, lo que incrementa la densidad y la temperatura del plasma.

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