Debate parlamentario

Nunca habíamos asistido en España a un debate de la altura e importancia del pasado, desde, al menos, la llegada del anterior régimen. Por primera vez en mucho tiempo, se estudiaron las propuestas del Gobierno y se criticaron desde la oposición. Por primera vez, un grupo que no está de acuerdo con la gestión de dicho Gobierno quiere quitarlo. Por primera vez, los grupos mantienen posturas distintas, enfrentadas.Creo que este debate pasará a la historia de la joven democracia española como uno de sus más decisivos momentos, no ya por la posibilidad de que prospere la moción de censura y cambie el Gobierno, sino porque, por fin, se rompió el consenso y se reconocen distintas clases políticas. Es plenamente grato encontrarse con que tanto el señor Suárez como el señor Carrillo se sienten contentos de no pertenecer a la misma clase política. El pueblo español se lo agradecerá tanto a uno como a otro.

De lo que ocurra en la votación de la moción de censura no debemos inquietarnos demasiado. Pase lo que pase, este país y sus representantes habrán demostrado que son demócratas, parlamentarios y coherentes con sus convicciones e ideas./