Veinticuatro grupos españoles y extranjeros en el Festival de Teatro de Títeres
Hacer del títere un espectáculo también para adultos y lograr introducirlo en el interior de los recintos teatrales es la doble finalidad que persigue el IV Festival de Teatro de Títeres que se celebra del 15 al 25 de este mes en el teatro Lavapiés, teatro de El Retiro y en otros distritos de Madrid. Veinticuatro grupos españoles y extranjeros participan en este encuentro de titiriteros, organizado por la Unión Profesional de Marionetistas (Uproma) con la colaboración del ayuntamiento.
«Hemos querido ofrecer una muestra representativa del teatro de títeres hoy; de lo bueno y de lo malo, de lo nefasto y de lo sublime, desde sus concepciones más tradicionales hasta las propuestas escénicas más avanzadas», afirma Gonzalo Cañas, presidente de Uproma y coordinador de la comisión organizadora del festival.Con la apertura de una exposición monográfica de títeres que ocupa el vestíbulo del teatro Lavapiés, el desfile de los gigantes y cabezudos de Madrid por La Corrala y un refrigerio titeril a base de quesos, carne de membrillo, pasas, aceitunas, zarzaparrilla y otros ingredientes populares, se inauguró el jueves pasado, día de San Isidro, el IV Festival de Teatro de Títeres, el primer certamen de este tipo que recibe amplia difusión y tiene por esta razón mayor resonancia en el público, ya que los anteriores, celebrados en el Instituto Alemán, primero, y en el Museo Municipal, después, pasaron sin pena ni gloria.
Figuras de Wayang, del teatro de sombras de Java y Bali, títeres de varillas de Indonesia, piezas del teatro de sombras de Tailandia, los muñecos que talló en madera para Federico García Lorca Hermenegildo Lanz o el cuadro medieval diseñado por Francisco Peralta, son algunos de los elementos que integran la exposición, formada por colecciones de particulares o cedidas por embajadas, que permanecerá abierta a lo largo de los diez días de duración del festival.
A continuación hubo un debate abierto entre los organizadores, profesionales y público asistente en el que se trataron diversos aspectos sobre la situación marginal del titiritero, los problemas económicos y laborales que le impiden muchas veces montar buenos espectáculos, la carencia absoluta de protección o ayuda oficial, de un espacio escénico propio en los teatros y la limitativa dedicación a los espectadores infantiles. Se destacó la necesidad de ampliar el concepto convencional del teatro de títeres como destinado sólo a los niños para conseguir que los adultos empiecen a considerarlo como un espectáculo con entidad propia. La dificultad que se presenta para llevar a cabo esta idea es que, por cuestiones económicas, los profesionales no suelen hacer montajes de calidad diriconcebidos para un público adulto, ya que no existe demanda de este género.
Hay, sin embargo, a título de excepción, algunos grupos que trabajan en esta línea con resultados notables que reivindican la categoría superior del teatro de títeres al recuperar toda la antigua magia de la representación de imágenes combinando los muñecos de guiñol, los títeres, las sombras chinescas y algunas veces hasta actores de carne y hueso para dar vida a unos textos que se apropian de la ingenuidad y sencillez del lenguaje infantil para expresar una idea o reflexión crítica sobre el mundo de los mayores.
La Marionettistica, de Italia; el grupo valenciano Bagatella, el grupo de la Escuela de Títeres del Instituto de Teatro de Barcelona o los grupos madrileños Algarabia y AIbahaca son algunas de las principales actuaciones incluidas en el programa del festival, que dedica también varias sesiones al cine de títeres y a una serie de mesas redondas-coloquios sobre el teatro de títeres, situación actual y su relación con la escuela y la sociedad.
Babelia
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