Doscientas chabolas de madera, destruidas en un incendio

Un poblado de cerca de ochocientas casetas de madera fue incendiado en la noche del jueves y resultaron totalmente destruidas unas doscientas chabolas, sin que se produjera ninguna víctima humana. Dos versiones han sido barajadas a la hora de explicar el suceso: un corto circuito o un acto deliberado de quienes se oponen al emplazamiento del poblado. Las pérdidas pueden ascender a unos diez millones de pesetas.Las casetas, que invaden ilegalmente la playa de Los Abriguitos, en el municipio de Arico, en el sur de Tenerife, desde hace más de diez años, habían sido objeto de una gran polémica entre sus vecinos y el ayuntamiento, al dictar éste un bando de desalojo. La intervención del gobernador civil calmó en un principio los nervios y actual mente se estudiaba un plan de acción para el traslado de los habitantes de esta ciudad clandestina a los terrenos de una antigua leprosería, en el mismo municipio.

Los inquilinos de la playa de Los Abriguitos, salvo una veintena de familias, eran veraneantes y habían constituido una asociación de vecinos. Según un informe de sanidad, la pintoresca urbanización presentaba síntomas de insalubridad. Hasta el presidente Suárez, además de otros ministros, había visitado la zona durante su gira por el archipiélago hace dos años. En los últimos días, algunas casetas amanecieron con eslóganes alusivos al desalojo de las mismas y amenazas de incendio.