Un procesado por el fraude del consorcio compró 56 automóviles en diez años

El abogado del Estado Antonio de la Rosa Vázquez, antiguo secretario general del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, actualmente procesado y huido, compró entre 1968 y 1979 un total de 56 coches, una moto y una embarcación deportiva en un establecimiento barcelonés dedicado preferentemente a la venta de automóviles de lujo. El precio total estimado de estos vehículos es de unos doscientos millones de pesetas, según fuentes jurídicas y de especialistas en el tema. Algunos de estos automóviles cuestan unos seis millones de pesetas y el precio promedio sería superior a los tres millones.Las compras de automóviles de lujo están muy concentradas en los últimos años. Así, tan sólo en 1976, 1977 y 1978 compró 42 automóviles. El año de mayor compra fue 1977, con veinte automóviles, una moto (una Kawasaki 900, valorada en cerca de un millón de pesetas) y una embarcación deportiva. Los vehículos comprados por De la Rosa son casi modelos únicos en nuestro país. Son un Rolls Royce Silver Shadow, ocho Mercedes Benz, seis Alfa Romeo, Lancia, Aston Martin, Monteverdi, Ferrari y de Thomaso Longchamp (de fabricación muy limitada), entre otras marcas. Se trata casi siempre de vehículos adquiridos bajo el régimen de importación.

Todas estas compras fueron efectuadas en la empresa Fernando Serena Automóviles, propiedad de Fernando Serena Mascarell. Esta persona aparece también relacionada con una operación centrada en un piso de Barcelona, vendido por Serena a una sociedad representada por Rafael del Barco -cuyo procesamiento han solicitado los querellantes- y que sirvió para constituir una hipoteca en favor de De la Rosa Vázquez.

Por otro lado, ha sido hallada una sexta cuenta bancaria de las utilizadas para cobrar los cheques bancarios fruto de la transformación sufrida por los talones barrados librados por el consorcio para comprar terrenos inexistentes. Está abierta en el Banco Catalán de Desarrolo (Cadesbank) y va a nombre de José Luis Bruna de Quixano, hoy procesado y detenido, y de su esposa, que fue utilizada para cobrar un cheque de 3.500.000 pesetas.