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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Estreno de la comedia musical "Burguesa de día, burguesa de noche"

En la madrileña boite El Pintor acaba de estrenarse una comedia musical, titulada Burguesa de día, burguesa de noche. El texto, la dirección escénica y el ganchillo morboso de esta obra coinciden en Marisa Medina, poeta que colma sus vacíos televisivos con versos exquisitos, donde rememora un existir a la deriva: «sin bragas/espatarrada en tu orgasmo, /sabiendo que eres adulta/y hoy andarás escocida».Uno acudió al estreno con la esperanza palpitante de prolongar esa visión tan patria de la sonora grosería en cueros. Pero nos encontramos con la crueldad del más puro realismo socialista, cantando los ochenta entre la pólvora mojada y la orquesta invisible, entre la gimnasia y el magnesio, entre juegos de nalgas frías y luces esteparias. Y moscas y moscones coreaban: «La burguesa está triste./¿Qué tendrá la burguesa?» Uno confiesa su desmayo antes de que la danzarina cuchilla siguiese hasta el gran punto final de la respuesta ansiada. Así fue. No quiero aquí hacer trampas: aguanté diez minutos en la sala. De ahí que esta nota crítica sea, de entrada -y salida-, altamente inmoral. Pero les cuento lo vivido. El estreno estaba anunciado para la una y media de la noche. A la una, un amable camarero me situaba detrás de una columna. A la una y diez, el mismo camarero me señalaba otro lugar un poco menos pudoroso.

Un cuadro con el busto de Marisa Medina, sito en la mitad del escenario, daba sobrado pie para que la presentadora nacional exhibiese los datos técnicos de la pieza que iba a venir. Y vino. Rosa Valentí, disfrazada de papagayo escuálido, recitaba frases coloquiales, sus comparsas se interesaban por su jaqueca y organizaban una excursión al metro. Había asimismo, ¿cómo no?, críticas alusiones a la más necia realidad político-social. Los cambios manuales de decorado merecían comentarios anónimos de esta guisa: «i Qué idea tan bonita! ». Y la gente aplaudía

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