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Washington teme un giro radical a la izquierda en Nicaragua

Washington teme un giro radical a la izquierda en Nicaragua, tras la reciente dimisión de dos miembros no sandinistas de la Junta de Reconstrucción nicaragüense Alfonso Robelo y Violeta de Chamorro. El Frente Sandinista, por su parte, señaló que estas dimisiones no significan tal giro, sino una continuidad de la revolución en este país «sin desviaciones a la derecha».

El Departamento norteamericano de Estado expresó que la presencia cubana crece progresivamente en Nicaragua y algunos países del Caribe, mientras el presidente costarricense, Rodrigo Carazo, en una carta enviada al presidente de Estados Unidos, manifestó su oposición a las maniobras navales que Washington prevé realizar en el Caribe dentro de unas semanas.El Departamento norteamericano de Estado expresó el miércoles la inquietud de Washington tras las dimisiones de Alfonso Robelo y Violeta de Chamorro de la Junta de Reconstrucción de Nicaragua. Tom Reston, portavoz del más alto organismo de la política exterior norteamericana, destacó que las relaciones entre Washington y Managua podrían verse afectadas «si el compromiso del Gobierno de Nicaragua en favor del pluralismo político es abandonado por las autoridades nicaragüenses».

En su explicación, Reston subrayó la importancia de personalidades políticas independientes, como Robelo y la señora de Chamorro en el proceso que culminó con el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza, el verano pasado.

Asesores cubanos en el Ejército sandinista

Simultáneamente a estas manifestaciones, Nyles Freychette, responsable para asuntos cubanos del Departamento de Estado, indicó ante una comisión de la Cámara norteamericana de representantes que la presencia cubana en Nicaragua es de 2.000 personas, doscientos de ellos asesores del Ejército sandinista y de la seguridad nicaragüense. También destacó que entre los cubanos actualmente en Nicaragua se encuentra médicos, educadores, técnicos en agricultura y expertos en construcción. Freychette afirmó que la presencia cubana es creciente en Centroamérica y el Caribe, y que los lazos entre Managua y La Habana progresan.Continúan, mientras tanto, en Nicaragua las especulaciones sobre la dimensión de la crisis política abierta en este país centroamericano por la dimisión, en un corto lapso de tiempo, de dos miembros de la Junta de Gobierno. Para el Frente Sandinista, la dimisión de Alfonso Robelo no signifca un giro a la izquierda de la revolución nicaraguense, sino «la continuidad en el rumbo correcto, sin desviaciones a la derecha», según manifestó en rueda de prensa el jefe del Ejército sandinista y ministro de Defensa, Humberto Ortega. En sus declaraciones, el comandante sandinista hizo hincapié en que Nicaragua continuará por la vía de la economía mixta, el pluralismo político, la libertad y la democracia.

Desleal

Por su parte, un comunicado del Frente Sandinista de Liberación, emitido a raíz de la dimisión de Alfonso Robelo, calificó a éste de desleal. «Robelo», afirmaba el comunicado, «no logró identificarse con el proyecto político que limita el enriquecimiento indiscriminado en Nicaragua y beneficia a las mayorías desposeídas del país».Para Alfonso Robelo, la configuración de los nuevos órganos políticos en Nicaragua, como el consejo de Estado y los planes inmediatos de las autoridades, revelan proyectos totalitarios, por lo cual su presencia en la Junta de Reconstrucción no tenía razón de ser. En una entrevista publicada ayer por el matutino madrileño Diario 16, Alfonso Robelo expresaba su preocupación por «la creciente presencia soviética en Nicaragua».

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