Discrepancias entre las autoridades de la República Islámica

El presidente iraní, Abolhassan Banisadr, declaró ayer que el Consejo de la Revolución se hará cargo de los rehenes norteamericanos hasta que la Asamblea Islámica comience sus trabajos, siempre y cuando Estados Unidos se comprometa oficialmente a no amenazar a Irán con sanciones económicas ni haga cualquier tipo de provocación.Esta declaración del presidente, hecha ante varias decenas de miles de manifestantes que celebraban el primer aniversario de la proclamación de la República Islámica en la plaza de Azadi (Libertad), de Teherán, provocó algunas protestas entre la multitud. Algunos interpelaron a Banisadr, acusándole de hacer una declaración contraria al último mensaje del imán Jomeini.

Banisadr pudo acabar su discurso, pero no llegó a decir en qué condiciones los estudiantes islámicos cederían los rehenes al Consejo de la Revolución. El presidente iraní respondió a los que le interpelaban afirmando que «todos estamos con el imán». En las cercanías de la tribuna se produjeron enfrentamientos entre grupos políticos rivales.

En su discurso, Banisadr hizo referencia al mensaje que le remitió el pasado domingo el presidente Carter, que juzgaba la situación de «grave» y estimaba necesaria la entrega de los rehenes al Consejo de la evolución.

Decenas de miles de manifestantes habían ido convergiendo durante toda la mañana en la inmensa plaza de Azadi, situada al oeste de Teherán. Además de los discursos, tuvo lugar un desfile en el que participaron las mujeres pasdas (guardianas de la revolución), los scauts islámicos y un amplio grupo de niños con armas simuladas. Mientras, varias escuadrillas de cazas sobrevolaban la plaza, cubierta por el sol y llena de vendedores de pistachos y pinchitos. Desde una zona reservada, asistían a la conmemoración los familiares de las víctimas de la revolución.