El presidente del Gobierno finaliza su campaña por las provincias catalanas
Adolfo Suárez, presidente del Gobierno, regresó anoche a Madrid, dando por finalizada su gira de cinco días por las cuatro provincias catalanas, en la que, a lo largo de una decena de mítines y numerosos y pequeños actos públicos, ha apoyado la candidatura de Centristas de Cataluña (CC-UCD). El presidente Suárez, que ha calificado la mayoría de sus intervenciones como «reflexiones en voz alta», ha insistido una y otra vez en la necesidad de «ejercer el voto como un deber democrático», prevenir sobre los peligros de la abstención y de la radicalización nacionalista y asegurar que UCD es el partido que ostenta «el monopolio del sentido común».
Algunas de estas reflexiones en voz alta han ido especialmente dedicadas a las numerosas críticas que se hacen desde la derecha y la izquierda a UCD y, en consecuencia, al «partio hermano» en Cataluña (CC-UCD). Las reflexiones más repetidas a lo largo de sus intervenciones son las siguientes: «UCD tiene la experiencia que da el tener que haber soportado las críticas.» «Recibimos bofetadas de todas partes, pero vamos a ganar el combate sin dar una sola bofetada a nadie, por agotamiento del contrario, que va a llegar al final completamente groggy.» «La imagen de las personas que detentan el poder llega muy deteriorada al pueblo cuando son blanco de todas las críticas, y esto lo soportamos porque pensamos que el modelo de sociedad que queremos construir no supone diferencias políticas que hagan imposibles las relaciones en comunidad.» «Sí yo atacara a la oposición desde el Parlamento habría inmediatamente un movimiento masivo que diría que no sé encajar las críticas. Sin embargo, hay personas en la oposición que rebasan todos los límites tolerables de injurias contra UCD. »Adolfo Suárez, que dice ser «consciente de mi mala iagen», ha pedido el voto para los Centristas de Cataluña de la siguiente forma: «Que me perdonen los señores de otros partidos, pero pienso que es absolutamente imprescindible votar a Centristas-UCD.» «Me permito la libertad de pedirles su voto para CC-UCD.» Y, «una vez pedido su voto», el presidente Suárez ha repetido machaconamente, mitin tras mitin, la necesidad de «consolidar la democracia» y ha dado la sensación de exponer un proyecto político personal más que de partido.
"Barcelona no es cuestión de un día"
La campaña política de apoyo a Centristas ha estado marcada por las diferencias notables de peso específico que UCD tiene en las cuatro provincias catalanas. Tarragona y Lérida son las provincias en las que tanto la organización del partido como la presencia del señor Suárez han registrado una mayor afluencia de público. Barcelona, por la que el señor Suárez pasó fugazmente, merecerá en el futuro mayor atención del presidente según su frase de «Barcelona no es cuestión de un día». Gerona, provincia en la que Convergencia de Cataluña está más arraigada, ha sido, sin embargo, el lugar en el que más ha dado la sensación de una profunda preparación previa a la visita del señor Suárez. Este tanto cabe adjudicárselo al presidente de UCD en Gerona, Josep Coderch.
La última jornada del presidente se inició en Tárrega, adonde Adolfo Suárez llegó en helicóptero y fue recibido por Rafael Arias-Salgado, Antón Cañellas y los candidatos centristas en esta provincia. Toda la actividad política del día se centró en el mitin fin de campaña pronunciado en Lérida capital ayer por la tarde.
Prácticamente la totalidad del gabinete de Pres1dencia se ha desplazado en este viaje, como refuerzo a la trascendencia política que el presidente del Gobierno daba a la campaña catalana. Es muy posible- que Adolfo Suárez comparezca públicamente en Televisión Española después de las elecciones catalanas para explicar la postura de su partido ante las autonomías, tema por el que ha sido profundamente criticado. También es prácticamente seguro que el señor Suárez se decidirá finalmente a crear el comité permanente del partido, en el que estarían presentes Francisco Fernández Ordóñez, Joaquín Garrigues, Rodolfo Martín Villa, José Pedro Pérez-Llorca, Rafael Calvo Ortega, Fernando Abril Martorell, Pío Cabanillas y Fernando Alvarez de Miranda. Este comité permanente «no es un resultado de las posibles fisuras internas de UCD, sino que se venía pensando desde hace tiempo», según han informado fuentes cercanas al presidente. Estas mismas fuentes han calificado las críticas de la oposición a la presunta desmembración interna de UCD como política de aficionados. «Se Fijan hasta en la cara risueña o no de un diputado centrista cuando deposita su voto; sin embargo, la oposición se contradice constantemente y no pasa nada. »
Las fuentes ya señaladas han comentado que lo fundamental en este momento es la consolidación de fa democracia, «crear una política de cooperación y no de confrontación», y esto sólo lo puede hacer UCD, «que nació con más votantes que militantes, que está padeciendo todas las enfermedades infantiles, pero que es el partido que necesita este país.
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