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Campaña al Parlamento catalán

Un periódico apócrifo describe catastróficamente una futura Generalidad

Un presunto periódico titulado Denid (Mañana), de fecha 20 de marzo de 1982 es decir, aparentemente publicado dos años después de las elecciones autonómicas, ha sido repartido en Cataluña. El aparente periódico carece de pie de imprenta y da una visión catastrofista de una presunta Generalidad que entre 1980 y 1982 ha estado en manos de nacionalistas catalanes, socialistas y comunistas. Su tono es de libelo. Su papel, confección, titulación, fotografías e impresión son estrictamente las de un periódico diario normal. Ayer, la oficina de prensa de Centristas de Cataluña-UCD reconoció que el periódico ha sido editado por la empresa, publicitaria que les ha organizado la campaña y que ellos han estado al margen.El presunto diario fue repartido por lo menos dentro de la circunscripción electoral de Barcelona. De acuerdo con el real decreto de 18 de marzo de 1977, todos «los objetos, hojas, carteles y, en general, todos los impresos que se destinen a ser difundidos con específica ocasión de la campaña electoral» deben llevar pie de imprenta y han de ser depositados previamente ante la correspondiente Junta Electoral provincial, a la cual están transferidas las competencias que en este orden establece la ley de Prensa.

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Consultada a junta Electoral provincial de Barcelona, el secretario de la misma manifestó que el presunto diario no había cumplido lo! requisitos de presentación previa que la ley exige. Indicó que en el caso de que hubiese sido presentada hubiese sido rechazada, por carecer de pie de imprenta. La junta de zona de la localidad donde fue obtenida la publicación por este diario fue consultada por la Junta Electoral provincial y también expresó su total desconocimiento de la existencia del imaginario diario.

La última de las cuatro hojas del presunto libelo es de hecho una invitación f6rmal al voto en favor de Centristas de Cataluña-UCD, opción, política que desde luego queda beneficiada por el contenido imaginario de la publicación, cuya nota dominante es mostrar a los nacionalistas catalanes, y a los socialistas como unas marionetas de los comunistas, dentro de la más pura tradición de la propaganda franquista.

Todo el contenido redaccional de Demáestá situado en marzo de 1982. El editorial, bajo el título «Hace dos años», afirma: «¿Por qué se nos cayó encima este diluvio?» Porque la demagogia de los pesqueros se comió a Reventós en menos que canta un gallo y arrastró a Pujol justo detrás. Todos contra Madrid, y a base de mirar sólo a la meseta nos quedamos con Cataluña en cuadro. Pujol fue incapaz de impedir el desastre económico, porque si un comunista se calza la señera y da dos viscas al Barça, al líder nacionalista se le derriten los principios y es capaz él mismo de encabezar la huelga pidiendo salarios descabellados. Patinazos de este tipo, agresiones descaradas contra su electorado, han (cometido varias, y la tibia confianza del empresario de entonces se evaporó en dos años. Otros dos años más y los catalanes van a tener que emigrar a Palencia en busca de trabajo. Muchos empresarios emigraron ya.»

Críticas a la Generalidad

El artículo más destacado de la primera página de Demá -cuya confección es estrictamente la de un diario, e incluso recuerda la de un rotativo concreto- critica al innominado presidente de la Generalidad del año 1982 -resultante de un pacto entre. nacionalistas, socialistas y comunistas- y vituperit a Tarradellas y, en grado inferior, a Maciá. Curiosamente olvida al presidente Companys.

«Todo empezó», afirma el artículo. «como recordarán, cuando los medios de difusión nos vimos obligados a denunciar el nepotismo y la burocracia aparatosa e inútil que se instaló en el Palau desde los primeros días. La austeridad y la eficacia callada de la etapa de Jolep Tarradellas contrastaron inmediatamente con los aires de grandeza de su sucesor y con su desmedida afición a los comunicados huecos, a las ruedas de prensa últimamente ya poco frecuentadas a los despiantes que le gusta hacer en determinadas situaciones. (El más sonado fue, sin duda, la situación de tirantez a la que se llegó el año pasado con las autoridades militares, incidente que la habilidad del capitán general cortó hábilmente en seco, aunque la fecha no fuera el 6 de octubre», se refiere al 6 de octubre de 1934, en que la Generalidad republicana se rebeló contra el Gobierno central.

Otra información de primera página -siempre en el plano de la peor ciencia-ficción- se refiere a la llegada del lendakari vasco a Barcelona, acompañado de. consejeros de Euskadiko Ezkerra y de Herri Batasuna (uno de estos últimos es nada menos que consejero de Economía). quienes vienen, según declaran entre comillas, a «buscar el apoyo de Cataluña en la lucha que el pueblo de Euskadi lleva a término para lograr una representación en la asamblea general de la ONU exponer su derecho de autodeterminación».

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