Nuevos contactos de Hassan II sobre el Sahara
Como parte de nuevos e importantes contactos sobre el Sahara, el rey Hassan Il envió ayer un mensaje personal al presidente de Mali Mussa Traore. El emisario real, ex embajador en Nuakchot, Ahmed Senussi, fue recibido por el secretario adjunto del partido Unión del Pueblo de Mali, a quien remitió la misiva de su soberano.En este mismo orden de intercambio de impresiones se en cuentra en Marrakech desde el jueves el ministro de Asuntos Exteriores mauritano, Mojtar Uld Zamel, portador a su vez de una nota del primer ministro, Junna Uid Jaidala, para el rey Hassan II.
Asimismo, el jueves llegó a Rabat el secretario general de la Liga Arabe, Chadly Klibi, quien fue ya recibido por el ministro del Exterior marroquí, Mohamed Bucetta. Aunque parece seguro que los responsables marroquíes tratarán con Klibi la situación del conflicto del Sahara, la visita del secretario general de la Liga parece estar más bien motivada por los problemas interárabes y, en particular, la próxima reunión, el martes, de la Liga Arabe para tratar de los sucesos de Gafsa.
Por otra parte, a los marroquíes tampoco parece haberles agradado la reunión de embajadores norteamericanos en Madrid, sobre el Magreb. Al menos una parte de la prensa marroquí insistía en señalar que «Marruecos no monopoliza la amistad de Estados Unidos», y en particular el diario del Istiqlal Al Alam, afirmaba que «Washington quiere salvaguardar su amistad con todas las partes».
Juicio contra dieciséis estudiantes
Dieciséis estudiantes serán juzgados hoy (diez en Rabat y seis en Casablanca) por supuesto delito de subversión y reconstitución de asociación ilegal, como parte del creciente enfrentamiento entre universitarios marroquíes y Gobierno.
Otros tres estudiantes detenidos y juzgados la semana pasada en Fez por los mismos motivos fueron condenados a seis meses de prisión, después de que el ministerio fiscal hubiese solicitado para ellos cinco años de reclusión.
Ayer, el comité ejecutivo de la Unión Nacional de Estudiantes Marroquíes fue recibido, en un primer síntoma de apaciguamiento, por el ministro de Educación, Azzeddine Laraki. Los estudiantes sometieron al ministro a un extenso pliego de reivindicaciones, que van desde la inviolabilidad de los recintos universitarios a la autogestión universitaria, principalmente en lo que concierne al restaurante de la ciudad universitaria y otros servicios.
El problema más importante y en donde las relaciones estudiantado-Gobierno toman el carácter de confrontación es en la política de huelgas mantenida por la UNEM en apoyo de sus reivindicaciones, a pesar de la decisión del ejecutivo de privar de sus becas de estudio a todos aquellos estudiantes que asistan a las huelgas.
La cuestión de las becas se ha convertido en un punto importante de la controversia, y, según fuentes estudiantiles, 9.000 estudiantes, de los 88.000 del país, no han recibido aún sus bolsas de estudio correspondientes al primero y segundo trimestres del año escolar 1979-1980.
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