Estados Unidos coordina con España un plan de apoyo a la Junta salvadoreña

La Administración Carter prepara un plan de ayuda militar para El Salvador, con la concesión de siete millones de dólares (unos 450 millones de pesetas) y el envío de varios consejeros militares para instruir las fuerzas armadas.

El plan se sumaría a la ayuda económica de «emergencia» que, por valor de cincuenta millones de dólares (3.300 millones de pesetas), ofrece Washington al Gobierno de El Salvador. Fuentes del Departamento de Estado confirmaron que la «operación» para solventar la grave crisis política y económica que sufre El Salvador estaba coordinada con otros países: España, Venezuela y la República Federal de Alemania, informó ayer el Washington Post. El Gobierno de El Salvador todavía no ha respondido oficialmente a las ofertas norteamericanas.Según el citado diario, la ayuda de EEUU a El Salvador provocó divisiones en el seno del Departamento de Estado, entre los partidarios de un apoyo al régimen político actual, para evitar una revolución de extrema izquierda, y los defensores de la tesis según la cual EEUU no debería intervenir directamente en los asuntos de los países latinoamericanos, alegando las nefastas experiencias de Vietnam o la política general practicada en los años setenta por Washington, en apoyo o rechazo de los sistemas políticos en los países latinoamericanos.

La decisión de la Administración Carter de ayudar, con material bélico e instructores militares, a El Salvador encaja en el contexto de medidas relacionadas con el «clima» internacional de «guerra fría» entre la URSS y EEUU. Al escenario en el golfo Pérsico, donde EEUU contará con bases militares en Omán, Kenia y Somalia, enviando a 1.800 marines y equipo bélico, se añade ahora la versión latinoamericana. Washington, como demostró en el caso de Nicaragua, aunque en los últimos momentos, parece dispuesto a cerrar toda posibilidad de influencia soviética, a través de Cuba, en los países de Centroamérica, favoreciendo al mismo tiempo procesos de transición hacia regímenes más democráticos que los que caracterizan las actuales dictaduras en muchos países.