España en el mundo
La precaria situación en Afganistán y la posibilidad de una intervención soviética en Irán o Yugoslavia nos ponen ante una de las situaciones más comprometidas de los últimos tiempos. Se especula incluso con un posible ataque ruso a Europa occidental, ante una situación interna dificil, y en base a las características de los ejércitos soviéticos estacionados en la Alemania del Este, que algunos no dudan en describir como un cuerpo de ataque.Queda por ver el papel de España en este entramado de relaciones internacionales. La visita de Gromyko a España y la de Suárez a Washington sirven para mostrar la posible importancia que podemos jugar en el momento presente.
¿Debemos jugar claramente nuestra vocación occidental y lo que pudorosamente se llama nuestra posición atlántica (ingreso en la OTAN) o adoptar una postura de neutralidad y de moderación en el concierto internacional?
España -las bases norteamericanas, en concreto- cumple estratégicamente la función de una pieza clave en el Mediterráneo y puente militar entre Estados Unidos y Europa (también Oriente Próximo). Adoptar ahora lo que se denomina nuestra «postura atlántica» es entrar de lleno en la ruleta de los riesgos. ¿Por qué? ¿Para qué? Creo que el presidente del Gobierno debiera trazar al país su propio diagnóstico de la situación actual y la postura a adoptar.
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