El paro, problema más acuciante para los madrileños

La principal preocupación de los habitantes de la provincia de Madrid está referida a su situación laboral, según refleja un estudio realizado, durante el primer semestre de 1979, por el seminario de asistentes sociales de la sección madrileña de Cáritas. El trabajo, referido a la Problemática social y humana en la provincia de Madrid, recientemente publicado, ha sido elaborado a partir de una encuesta que recoge las opiniones de las personas que habitan en Madrid capital, área metropolitana y zona rural de la provincia sobre los problemas que más les afectan, entre ellos la sanidad, la enseñanza, las zonas verdes, la vivienda y el transporte.

Aunque existen diferentes opiniones según residan en la capital, su cinturón metropolitano o en la zona rural, como consecuencia de haber escogido para la encuesta personas mayores de dieciocho años, el porcentaje de casados que responden se acerca al 70%, y el de los que son padres de hijos en edad escolar también supera la cota del 60%, cuestiones como la enseñanza, tamaño de la vivienda, zonas de recreo y sanidad, son reflejadas de forma prioritaria a continuación de los problemas de trabajo.

Trabajo

La población más sensibilizada en cuanto a la cuestión trabajo considera el paro como el problema más importante. Y son las mujeres las que más señalan este tema. Globalmente, un 41,7% se fija en el paro en general, y otro 42,6% lo hace en cuanto al paro juvenil. Los que más detectan este problema son los analfabetos y quienes se encuentran en niveles de estudios inferiores a la enseñanza primaria.En el área metropolitana, el paro sensibiliza a un 50, 1 % y otro 34% declara fijarse en el paro juvenil. La incidencia del paro en la zona rural es algo inferior, pero supera en ambos casos el 30%.

El paro juvenil es detectado preferentemente en los residentes en viviendas protegidas, urbanizaciones medias y casco viejo. En el cinturón metropolitano se nota un aumento del desempleo a medida que aumenta la edad. Y en la zona rural este problema afecta principalmente a los comprendidos entre los treinta y los cincuenta años.

Sin embargo, a pesar de la magnitud del problema, los habitantes de la capital señalan la falta de zonas verdes como la cuestión más acuciante.

Sanidad

Aunque cerca del 26% de los encuestados manifiesta que en su barrio no existen problemas importantes en el tema de la sanidad, un 33,2% considera que la asistencia es mala, un 15,1 % dice que no hay centros de urgencias y un 10,5% señala que hay pocos médicos y personal sanitario.Estos datos son bastante diferentes a los recogidos en los pueblos del cinturón industrial. Los residentes en esta zona indican que los problemas son muchos y se fijan en la mala asistencia (26,3%), falta de médicos y sanitarios (23,3%), escasez de centros de urgencias (16,4%), al tiempo que aluden a insuficiencia de ambulatorios y consultorios de la Seguridad Social en porcentajes bastante representativos.

Para los pobladores de la zona rural, el mayor problema, lo señala un 30,6%, reside en la falta de médicos, a la vez que señalan, en cifras respectivas inferiores pero significativas, la falta de centros de urgencia, la mala asistencia y la escasez de ambulatorios.

Enseñanza

El 30,7% de los encuestados del área metropolitana señala que faltan puestos escolares a todos los niveles, pero, sobre todo, la educación preescolar está casi abandonada. La mala calidad también sensibiliza a los habitantes de la zona y éste es un sentir bastante importante en los que viven en las otras áreas. Mientras que los de la capital muestran su preocupación por la carestía de la enseñanza, los campesinos indican que faltan puestos de formación profesional.Según la edad de los que responden, en Madrid son más sensibles a los temas de enseñanza las personas que se encuentran entre los veinte y los treinta años; es decir, preferentemente los padres con hijos en los primeros niveles de la enseñanza. En el área metropolitana, los más sensibles a este problema son los ancianos, en un porcentaje del 30,8%, pues son quienes a menudo cuidan de sus nietos. En esta zona radica el mayor número de inmigrantes de la provincia.

La vivienda es problema importante para los residentes en la capital, pero en las otras dos zonas la gente no muestra tanto interés por ella. anteponiendo la cuestión del transporte los del cinturón y la de la cultura los de los pueblos rurales.

Las personas más sensibilizadas de Madrid apuntan problemas cualitativos e indican, en primer lugar, la mala calidad de las construcciones y en segundo lugar la pequeñez, lo que provoca el hacinamiento en numerosos casos.

Para los residentes en el área metropolitana es más importante y prioritario el precio de los alquileres. El precio del suelo es lo que más preocupa en la zona rural, cuestión que también sensibiliza a los habitantes de las otras zonas, sobre todo en los comprendidos en edades de treinta a sesenta años.

Zonas verdes

La falta de zonas verdes y recreativas es señalada por un 20,5% de los habitantes de Madrid-ciudad, porcentaje que según la encuesta supera al problema del trabajo. De éstos, un 41% señala que no hay zonas verdes en su barrio y casi un 25% dice que no existen instalaciones deportivas.En el área metropolitana, los encuestados manifiestan primeramente la falta de zonas deportivas y, en segundo lugar, dicen que no hay lugares de recreo para los jóvenes. En la zona rural, los porcentajes son muy similares a los de la capital.

La población de la capital nota en el tema del transporte la falta de aparcamientos y el exceso de tráfico como temas principales, mientras que la del área metropolitana se fija en la mala calidad de las comunicaciones. Los residentes en los pueblos rurales califican el transporte muy caro y señalan también que existen pocas líneas de autobuses. Asimismo, los autobuses y el Metro son los transportes más utilizados por los madrileños, mientras que los medios privados son muy utilizados en la zona rural.

En relación con la cultura, en las tres áreas se señala la falta de bibliotecas públicas, siendo algo más sensibles los que viven en la capital. También se indica la falta de otros centros y locales culturales.