Bonn desmiente movimientos militares soviéticos en Europa

El Ministerio de Defensa de Alemania Federal salió ayer al paso de informaciones relativas a supuestos movimientos de tropas en los países del bloque comunista europeo.Tales informaciones o no se confirmaron o, en algunos casos, se revelaron falsas, señaló un portavoz alemán al negar veracidad a un artículo del dominical Welt am Sonntag -recogido por algunos medios de prensa occidental-, en el que se aseguraba que Yugoslavia se hallaba bajo amenaza.

Tanto en el Ministerio alemán de Defensa como en el cuartel general de la Alianza Atlántica se comprobaron con minuciosidad las informaciones en ese sentido.

Según la misma fuente, el desplazamiento de algunos efectivos militares de la URSS en Europa occidental, habría que enmarcarlas en las maniobras que por estas fechas suele celebrar anualmente el Pacto de Varsovia.

Por otra parte, en la población noruega de Kirkenes, próxima a la frontera de la Unión Soviética, se ha observado en las pasadas jornadas movimientos de fuerzas mecanizadas soviéticas.

Tal actividad militar soviética al otro lado de la frontera ha sido confirmada por el mando de la guarnición militar noruega de aquella zona, que añadió que «ello no significa necesariamente que esté ocurriendo nada anormal».

Los embajadores de los quince países miembros de la Organización de la Alianza para la Defensa del Atlántico Norte (OTAN) se reunieron ayer en Bruselas, fuera del calendario habitual y sin previa notificación a la prensa, informa nuestra corresponsal en Bruselas. Aunque fuentes oficiales de la Alianza Atlántica se negaron a comentar la agenda de la reunión, fuentes oficiosas señalan que los embajadores pudieron haber tratado, fundamentalmente, de la situación internacional que plantea la grave enfermedad de Tito.

La enfermedad del dirigente yugoslavo está siendo seguida con especial atención por los representantes de los países miembros de la OTAN, quienes se muestran, sin embargo, muy cautos a la hora de hacer declaraciones, especialmente después de que la prensa de Yugoslavia reaccionara de forma muy irritada contra «las especulaciones irresponsables» de los medios políticos occidentales sobre cuál será la actitud del Pacto de Varsovia a la muerte de Tito.