Horas decisivas para la supervivencia del presidente Tito

Las próximas 48 horas serán críticas para la supervivencia del presidente yugoslavo, Josip Broz Tito, a quien el domingo le fue amputada su pierna izquierda, en una operación de vida o muerte, en el hospital cardiovascular de Liubliana. Después habrá dos o tres semanas inciertas sobre su recuperación definitiva, pero ya habrá pasado lo peor, y se piensa aquí que el fundador de la actual Yugoslavia podría retomar los poderes omnímodos que le concede la Constitución.

Los médicos se han declarado muy satisfechos del resultado de la operación y del aguante demostrado por el mariscal. que en marzo cumplirá 88 años. Tito, en la primera guerra mundial, salió adelante de una herida de la que había sido desahuciado, y uno de sus hermanos sobrevivió siete años a la amputación de una pierna.A las diez y media de la mañana del lunes se comunicaba al país que el presidente había pasado la noche tranquilo y que sus constantes vitales (temperatura, pulso y presión arterial) estaban dentro de lo normal. «Su estado general es bueno», concluía el parte, que fue confirmado a las seis de la tarde por un nuevo comunicado, que precisaba que el estado general no ha cambiado y que Tito está bien, siempre dentro de lo que significa una operación de este tipo, añadieron fuentes yugoslavas.

Por fin, en la mañana del domingo, Tito dio permiso a los médicos para que procedieran a la amputación, después de que éstos explicaran al presidente que, de no operar el bloqueo producido en sus vasos sanguíneos, la muerte era segura, debido a la falta de circulación arterial y a la consiguiente desvitalización de los tejidos, con la segura gangrena. Al parecer, Tito contó también con la opinión del presidente en funciones, Lazare Kolisevski, quien, junto con dos personalidades de la Liga de los Comunistas -Doronjski y Dragosavac- está dirigiendo realmente el país desde el 3 de enero. El alto mando militar también fue consultado.

Ha triunfado la razón de estado y el deseo de vivir, después de que Tito -un vitalista que fuma todavía grandes habanos, se tiñe el pelo y ha sido siempre un gran vividor- se había negado insistentemente a la amputación, actitud comprensible en una personalidad de estas características. También se ha sabido que tampoco quiso ir a Houston a tratarse, como le propuso el cirujano cardiovascular norteamericano, especialista en trasplantes, De Bakey. «No quiero que me entierren en el extranjero», respondió Tito a esta oferta.

Se conocen muy pocos detalles de la intervención. Se sabe, sin embargo, que duró varias horas y que la amputación se ha producido bastante por encima de la rodilla.

Algunos periodistas occidentales continúan buscando carros de combate por las calles y afueras de Belgrado. pero la situación sigue siendo de normalidad. Solamente media docena de baterías antiaéreas han sido desplegadas desde hace dos días junto al aeropuerto de la capital, pero oficialmente se explica que este material estaba en las inmediaciones y que ahora ha sido colocado en su sitio. Todos los grandes centros industriales del país, aeropuertos, nudos ferroviarios y concentraciones urbanas tienen defensas de este tipo, dicen las mismas fuentes.

El Ejército se mantiene en un estado de vigilancia, pero no de alarma, inexistente, como lo prueba la abundante presencia de soldados de uniforme paseando con sus novias como en cualquier capital de provincias española, que se podía ver el domingo en Belgrado.

El ambiente oficial es de alivio, aunque se mantiene la preocupación. El diario oficialista Borga daba ayer la consigna de la actitud a adoptar: «Tito está en nuestros pensamientos, preocupados, pero también en nuestro comportamiento diario, en el sentimiento acrecentado de responsabilidad y en nuestro trabajo.» Los telegramas de apoyo al presidente continúan inundando las páginas de la prensa, los espacios de la radio y la televisión. Ayer se anunció uno del PSOE.

En este clima general de calma se destacan aquí positivamente las últimas declaraciones de apoyo de la OTAN y de varios países occidentales a la vía independiente y no alineada de Yugoslavia. La CEE ha decidido acelerar las negociaciones para firmar un acuerdo de cooperación económica, con una cláusula de asistencia financiera con este país, reflejo del interés de reforzara Yugoslavia ante el futuro.