La COAG anuncia movilizaciones en apoyo de subvenciones para el gasóleo agrícola

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, cuyo pleno se reunió durante el pasado fin de semana, ha decidido dar un ultimátum al Ministerio de Agricultura para que ofrezca soluciones negociadas al problema de los precios del gasóleo agrícola y al desabastecimiento de fertilizantes; si la respuesta no llega antes del día 29, la COAG advierte sobre posibles movilizaciones, primero en provincias y después en Madrid.

La COAG mantiene su postura de que el agricultor sólo debe pagar en surtidor diez pesetas por litro de gasóleo y que CAMPSA cobre el resto a la Administración en forma de subvenciones. Considera el sindicato que el precio actual de diecinueve pesetas-litro supone una subida del 117 % respecto del precio que regía a comienzos de 1979 y que el agricultor no puede pagarlo.El pleno de la COAG también se ha definido ante el desabastecimiento actual de fertilizantes. Debido a la crisis del petróleo, los inputs de la agricultura están experimentando en sus precios unas subidas desorbitantes, «ya que el Gobierno», dice la coordinadora, «ha decidido que recaiga el peso de la crisis sobre todos los trabajadores y no proteger a los sectores más desfavorecidos.»

«Los precios agrarios», continúa su nota, «se negociaron para una subida de los insumos del 11 % máximo, comprometiéndose además el Ministerio de Industria a que sólo habría una subida importante en el precio de los abonos que absorbiera la del petróleo. »

Entiende la COAG que la fabricación española de abonos, a excepción de Enfersa (del INI), se hace con tecnología anticuada y a precios no competitivos. Considera en este sentido que las actuales presiones forman parte de la estrategia de la ANFFE (asociación de fabricantes) para lograr la liberalización de los precios y marginar del mercado a la propia Enfersa; de esa manera, el sector quedaría en manos del grupo Cross-Unión (de Explosivos Río Tinto), que responde a los intereses de los bancos Urquijo, Hispano Americano y Banesto.

El desabastecimiento actual de abonos es calificado por la COAG como «terrorismo económico», que requiere la intervención del Estado en la solución del conflicto y en clarificar la actuación de Enfersa, que debe seguir suministrando y no hacerle el juego a unos intereses privados.