División en Alemania ante la sanción académica a Hans Küng
La jerarquía católica alemana está dividida sobre la estrategia a seguir en el «caso Hans Küng», que ya trasciende el plano netamente eclesiástico y ha pasado al del derecho público. Dada la división de opiniones registrada en la reunión de varias horas celebrada el lunes por la tarde en Würzburg, por la comisión permanente de la Conferencia Episcopal alemana, con participación de representantes de las veintidós diócesis de la RFA.
El próximo fin de semana los sacerdotes no incluirán en su homilía una pastoral conjunta del episcopado, como estaba previsto, sino una simple declaración orientadora. La tendencia moderada dentro del episcopado se ha opuesto a que «se siguiese echando aceite al fuego», según expresión de un portavoz de los obispos.Por otra parte, según ha manifestado a EL PAIS el experto del Gobierno de Baden-Württemberg para el asunto Küng, técnicos en materia concordatoria discuten intensivamente en estos momentos sobre si, como pretende el episcopado, puede privársele al profesor de su cátedra en base a una ordenación concordada. Según el experto doctor Gaertner, del Ministerio de Cultura de Stuagart, no está claro que el concordato firmado entre el Tercer Reich y el Vaticano para la región de Baden pueda aplicarse también a la región de Württemberg, integradas ahora ambas en el land federal que lleva ambos nombres.
Tubinga, en cuya universidad enseña Hans Küng, se encuentra precisamente en el sur de Württemberg. Según el citado experto gubernamental, la nunciatura no ha intervenido aún, por no estar claro si el asunto puede recibir el trato de materia concordada. También ha dicho que no es la primera vez que los obispos han recurrido al concordato de Baden en casos en los que determinados profesores de teología habían sido privados del nihil obstat (licencia eclesiástica), pero hasta ahora ningún catedrático se había resistido a abandonar su cátedra.
Hasta ahora no ha habido negociaciones con el Vaticano para extender el efecto concordatario a la segunda región citada, ha comentado el doctor Gaertner, y, en consecuencia, se ha ordenado que una comisión dejuristas redacte un informe técnico sobre el caso. El ministro de Cultura del land, Helmut Engler, se reunirá la próxima semana con Hans Küng y dará paso a una serie de contactos con las partes interesadas, especialmente con el mismo profesor, con la facultad de Teología de Tubinga y con los obispos.
Según un portavoz de la Conferencia Episcopal, los supremos pastores han medido en Würzburg el peso de las opiniones de quienes se han expresado estos días en favor del profesor represaliado y las de quienes se han colocado al lado de la Iglesia jerárquica. La proporcíón ponderal es, según el portavoz, de cincuenta a cincuenta. El mismo portavoz afirmó en Bonn que los obispos se habían comprometido a mantener en absoluto secreto los pormenores no incluidos en los comunicados oficiales difundidos hasta ahora sobre la visita de la comisión de obispos a la Santa Sede y sobre el resto del caso.
Entre tanto, la Ásóciación de Laicos Católicos de Suiza (VKL) ha remitido a los obispos alemanes un telegrama en el que exigen la excomunión de Hans Küng, en base al canon 2.31411. Esta expulsión de la Iglesia, que, según ellos, habría de aplicarse ipso facto (con carácter inmediato y fulminante) haría que la Iglesia no apareciese ante los fieles como cómplice de herejía.
Frente a esta posición, el teólogo belga catedrático en N imega, Edward Schillebeeckx, también en conflicto con el Vaticano, ha anunciado que trabaja en un nuevo libro sobre el discutido tema de la infalibilidad del Papa.
Schillebeeckx ha defendido as¡mismo, en las páginas del periódico romano Il Messaggero, la obra de Hans Küng, cuya cristología es para él plenamente ortodoxa. El catedrático de Nimega ha atacado nuevamente la «intolerancia de la Iglesia oficial» y ha denunciado que los obispos «creen tener hilo directo con el cielo».
Al tiempo ha rechazado el derecho que se arroga la jerarquía de «inspeccionar, mediante el recurso al magisterio, la fe de un teólogo determinado».
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