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China pide una alianza global contra la Unión Soviética

El viceprimer ministro chino, Deng Xiaoping, solicitó ayer en Pekín una alianza global contra el «hegemonismo» y la política «expansionista» de la Unión Soviética, aprovechando la presencia en la capital de la República Popular China del secretario de Defensa norteamericano, Harold Brown. Los máximos dirigentes chinos, incluido el presidente Hua Guofeng, han condenado en las últimas horas, con extraordinaria dureza, la «agresión» soviética en Afganistán y han sugerido abiertamente una cooperación mundial, no sólo política, sino también militar, para oponerse a la URSS.

Estados Unidos, que refuerza su cooperación con China para afrontar la crisis en Asia central, no se ha comprometido abiertamente en una respuesta a las claras incitaciones de Pekín; Harold Brown se ha limitado a hablar de cooperación bilateral entre los dos países. Sin embargo, uno de los principales resultados conocidos ofrecidos hasta ahora por el viaje del secretario de Defensa es la decisión norteamericana de vender a China una estación de seguimiento de satélites, equipada con ordenadores, y una tecnología sofisticada todavía no vendida a la URSS, susceptible de una utilización militar.Deng Xiaoping ha afirmado que «el Gobierno y el pueblo chinos se unirán a todos los otros países y pueblos del mundo deseosos de la paz en el lanzamiento de luchas sin descanso contra actos de agresión como el de Afganistán, que no es un caso aislado, sino un componente de la estrategia global del hegemonismo soviético ».

Por su parte, Estados Unidos hizo ayer un llamamiento a la comunidad internacional para que se una a la política de Carter de castigar a Moscú por su intervención en Afganistán. «No se trata de una confrontación entre EEUU y la URSS, sino entre la Unión Soviética y todas las naciones del mundo que quieren evitar que puedan producirse en el futuro agresiones como la de Afganistán», dijo el portavoz del Departamento de Estado, quien añadió que «la Administración Carter está dispuesta a demostrar al Kremlin por todos los medios a su alcance, excluida la fuerza militar, que no puede comportarse con impunidad».

El Gobierno Carter redujo ayer de tres a dos los vuelos semanales de la compañía soviética Aeroflot entre Moscú y Estados Unidos, y pidió al Gobierno de la URSS que diecisiete diplomáticos de su consulado en Nueva York abandonen inmediatamente el país.

Al mismo tiempo, Washington anunció un reforzamiento de su presencia militar en Oriente Próximo y Africa oriental, al confirmar el probable uso por el Ejército norteamericano de bases militares en Kenia, Omán y Somalia, así como la noticia de que aviones de guerra norteamericanos han realizado en días pasados ejercicios militares conjuntos en Egipto.

Páginas 2,3 y 4

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