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La seguridad del canal de Panamá preocupa a EEUU tras las manifestaciones anti-sha

La seguridad del canal preocupa seriamente a EEUU, tras las violentas manifestaciones estudiantiles en Ciudad de Panamá contra la presencia del ex sha de Irán en la isla panameña de Contadora. Los expertos del Pentágono toman muy en serio los riesgos de sabotaje contra el canal, al que consideran muy vulnerable. Según los militares norteamericanos, un sabotaje con explosivos sería muy eficaz.

Los terroristas podrían inutilizar el canal durante dos años si consiguiesen volar la esclusa entre el Atlántico y el lago de Gatun. Los militares temen también que los terroristas disparen con lanzagranadas o con otras armas portátiles contra barcos.Desde el 1 de octubre, el canal está siendo administrado conjuntamente por los Gobiernos de Panamá y EEUU. El año 2000 Panamá ejercerá solo la soberanía.

Durante veinte años, la defensa del canal será aún asegurada por EEUU, que cuenta en la zona con 9.400 hombres.

Según el Pentágono, esas tropas no han sido puestas en estado de alerta tras las manifestaciones del miércoles por la noche.

La violencia que conmueve a América Central afectó, en la noche del miércoles al jueves, a Panamá, país donde la presencia del sha de Irán provocó numerosas manifestaciones, con un saldo de varias decenas de heridos, ocho detenciones y numerosos destrozos materiales.

El miércoles por la tarde y por la noche, por tercera jornada consecutiva, centenares de estudiantes universitarios se sumaron a los alumnos de escuelas secundarias para protestar, ante la embajada de EEUU, contra el asilo otorgado por Panamá a Mohamed Reza Pahlevi.

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La Guardia Nacional intervino violentamente para dispersar a los estudiantes, golpeándolos con porras y lanzando granadas lacrimógenas. Estos, a su vez, atacaron a las fuerzas de orden público tirando piedras, al tiempo que gritaban eslóganes calificando al sha de «tirano» y denunciando su asilo en Panamá como un acto contrario «a la política internacional de apoyo a las luchas de liberación de los pueblos».

Las manifestaciones se produjeron a pesar de un despliegue de fuerzas, sin precedentes en Panamá desde la toma del poder por Omar Torrijos, en octubre de 1968. Todo el centro de Ciudad de Panamá capital, con una población de 800.000 habitantes, paralizada por las manifestaciones, está tomado por las fuerzas de orden público. La vigilancia es especialmente densa en torno a la sede diplomática estadounidense, custodiada por numerosos soldados armados hasta los dientes.

Sin embargo, unos trescientos estudiantes consiguieron acercarse a la embajada y apoderarse de la bandera norteamericana, que quemaron. Las autoridades panameñas decidieron acoger al ex monarca iraní respondiendo a insistentes demandas de EEU U. El presidente panameño justificó su decisión por motivos humanitarios y para facilitar una solución de la crisis mundial.

Algunas voces de apoyo a la decisíón del Gobierno panameño se manifestaron, a pesar de todo, ayer. Banqueros, empresarios y comerciantes del pequeño país centroamericano expresaron su aprobación de la decisión de su Gobierno por considerar que la hospitalidad ofrecida al sha será benéfica para la economía del país. Este, esperan, invertirá importantes cantidades en Panamá.

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