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Ratificados los acuerdos específicos entre Iglesia y el Estado

Ayer se celebró en el palacio de Santa Cruz el intercambio de los instrumentos de ratificación de los acuerdos específicos Iglesia-Estado, entre el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, y el nuncio del Vaticano en Madrid, monseñor Luigi Dadaglio. Con el canje de los documentos sólo queda su publicación en el Boletín Oficial del Estado para que los nuevos acuerdos, que sustituyen al Concordato de 1953, entren en vigor.

Al acto celebrado ayer en el Ministerio de Asuntos Exteriores asistieron los ministros de Justicia y Cultura, Iñigo Cavero y Manuel Clavero; el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Cirarda, y otras personalidades civiles y religiosas. El ministro Oreja, en un breve discurso, señaló que con los nuevos acuerdos cae el telón del Concordato de 1953, se eliminan los privilegios y se establece un diálogo sobre la base de la independencia y la recíproca cooperación entre la Iglesia y el Estado. El ministro subrayó el largo camino recorrido durante las negociaciones, que no fueron fáciles y que han permitido el establecimiento de los cuatro acuerdos que se refieren a la personalidad jurídica de la Iglesia, a la asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas, a la educación y a las cuestiones económicas.También tomaron la palabra en el acto los ministros de Justicia y de Cultura, q uienes elogiaron a la persona del nuncio, que recibió de manos de Iñigo Cavero las insignias de la gran cruz de San Raimundo de Peñafort.

Por su parte, monseñor Dadaglio agradeció la condecoración, tuvo palabras de elogio para el rey Juan Carlos y añadió que a lo largo de las negociaciones había puesto su buena voluntad para comprender la idiosincrasia e historia del pueblo español, que ha conocido a lo largo de más de diez años de trabajo con las autoridades españolas.

En los nuevos acuerdos que ahora entrarán en vigor se suprime, con respecto al Concordato de 1953, la confesionalidad del Estado español, que quedó eliminada de la Constitución, y se reconoce a la Iglesia como entidad jurídica, y a la Conferencia Episcopal, con personalidad jurídica civil. Asimismo, la Iglesia mantiene sus derechos de ejercer su misión apostólica y las acciones de culto.

Los acuerdos incluyen el reconocimiento de los efectos civiles del matrimonio canónico con su inclusión en el Registro Civil, y se evita toda alusión directa al divorcio civil. También se garantiza el derecho a la enseñanza religiosa, con respeto para todas las religiones, y la preservación del patrimonio eclesiástico. El tercer documento asegura la asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas y regula el servicio militar de los clérigos. Por último, el acuerdo económico permite las colectas religiosas.y garantiza una aportación económica del Estado a la Iglesia católica y a otras confesiones de manera proporcional al número de fieles.

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