La Sociedad Vascongada de Amigos del País Vasco conmemora su papel en la Ilustración

Con motivo de cumplirse el 250 aniversario del nacimiento del conde de Peñaflorida (José María de Munive e Idiaquez), que tuvo lugar en Azcoitia (Guipúzcoa) el 23 de octubre de 1729, la comisión alavesa de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País ha organizado una exposición como homenaje al que fuera su primer presidente y para destacar la importancia que esta entidad tuvo en la introducción en el País Vasco del renacimiento cultural y tecnológico que fue conocido como la Ilustración.

En 1764 se constituía en Vergara (Guipúzcoa) esta primera Real Sociedad y, poco después, el rey Carlos III reconocería sus estatutos. En años sucesivos crearon en el resto del país una docena de las llamadas Sociedades Económicas de Amigos del País, que fueron un vehículo fundamental de los ilustrados españoles.Hoy día, aún perviven algunas de aquellas instituciones y entre ellas ha mantenido una notable pujanza, que se ha revitalizado en estos últimos años, la Vascongada. El alavés Juan Manuel López de Juan Abad, actual presidente de la entidad, ha resaltado, con motivo de la apertura de la exposición que ha sido acogida en el museo provincial, que fue la Vascongada la primera institución del País Vasco en aglutinar a las tres provincias vascongadas con el símbolo del Irurac bat (tres en una), el cual sigue siendo el emblema de la entidad. También recordó algunas de las palabras del conde de Peñafloridablanca en la junta preparatoria de la sociedad: «Amad a vuestro patrio suelo», había dicho el conde, «amad al hombre y mostraos dignos amigos del país y dignos amigos de la humanidad. »

En la introducción a la exposición se explica que la proximidad con Francia y el sistema administrativo propio del País Vasco crearon un clima apropiado para la penetración de las nuevas ideas cultas, ya que al sur de los Pirineos se vivía «un retraso secular».

Posteriormente se analiza la influencia de la nueva «sociedad de cultura» en los campos de la educación, con la creación del Seminario Patriótico Vascongado en Vergara (centro que asocia la formación clásica, predominante entonces, con la científica) la literatura, destacando la figura del fabulista Samaniego, de Laguardia (Alava), la agricultura, con la introducción del cultivo de la patata (hoy uno de los primeros de Alava y casi desconocido entonces en la península, donde se venía usando como planta ornamental o de alimento del ganado), y también con el comienzo de la elaboración de vinos de Rioja. Se informa también de la influencia en la difusión de las ferrerías (dieciocho en Guipúzcoa y diecinueve en Alava, en aquellos años) y en la industria del mueble.