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Fernando Abril acusa a los ayuntamientos de negarse a pagar sus deudas

El Congreso de los Diputados aprobó ayer por la mañana el conjunto del articulado del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1980 y parte de las disposiciones adicionales. Los artículos 23 a 33 fueron pasando por el Pleno sin debates especialmente importantes, hasta que se suscitó la proposición socialista sobre la liquidación de deudas de las corporaciones locales, que finalmente fue rechazada.

Luis Fajardo defendió en nombre de los socialistas una enmienda con la que se pretendía la autorización al Banco de Crédito Local «para que concierte con las corporaciones locales operaciones especiales de crédito para la financiación de presupuestos extraordinarios de liquidación de deudas, a 31 de diciembre de 1979, así como para suplir las aportaciones preceptivas a los presupuestos especiales de urbanismo de los años 1978 y 1979 y para financiar las revisiones de precios de obras contratadas con anterioridad a 31 de diciembre de 1978».Después de que UCD se opusiese a añadir un artículo 26 bis, en que consistía la enmienda, Felipe González, en turno de explicación de voto, intervino para señalar que «acabamos de aprobar dos estatutos autonómicos, y la autonomía debe entenderse en dos direcciones». Una de esas direcciones es para el dirigente socialista la propia autonomía de los ayuntamientos que«están endeudados y ni siquiera cubren gastos con sus presupuestos »

Deudas de corporaciones locales

El secretario general del PSOE aseguró que con la postura del Gobierno daba la impresión de que la izquierda suplicaba que el Gobierno abonase las deudas de los ayuntamientos, pero que el problema no era ese, sino explicar al país que «este año, por primera vez, no se liquidan deudas de las corporaciones locales a través de los Presupuestos del Estado ».

Intervino entonces el vicepresidente económico Fernando Abril, para afirmar que «el Gobierno insiste en una ley específica» que contemple todo este conjunto de problemas. «¿Qué se dice en las enmiendas?», se preguntó Abril: «Que se debe 100.000 millones que no se quieren pagar», y que en su opinión esto se dice por parte de la izquierda con procedimientos sutiles y con palabras tecnocráticas.

Como la deuda afecta a un gran conjunto de los municipios de mayor envergadura, Abril aseguró que la pretensión discriminaba a veinte millones de españoles y que el conjunto de las distintas enmiendas solicitando distintos créditos suponía en realidad 200.000 millones de pesetas. Acusó a muchos ayuntamientos de negarse a revisar déficit, de llevar una política financiera realista y concluyó que «borrar de un plumazo esos 100.000 millones de pesetas de deuda sería un atentado contra la sociedad».

Replicó Tamames que la auténtica discriminación la sufren de forma permanente los diecisiete millones y medio de españoles que viven en pequeños municipios «tan pobres que ni siquiera pueden y saben endeudarse» y que ellos no habían venido a pedir 100.000 millones de pesetas, sino a pedir ayuda financiera.

Ayuda para las "ikastolas"

Respecto al debate de la sección de Educación, se rechazaron varias enmiendas socialistas que trataban de trasvasar algunas partidas para reforzar centros de preescolar, EGB, enseñanza profesional y que, por primera vez, los Presupuestos Generales consideren el tema de las ikastolas.

Jesús Elorriaga, por el PNV, anunció que las dos enmiendas que había presentado su grupo solicitando partidas presupuestarias para ayuda a las ikastolas las retiraba en el caso de que prosperase una enmienda transaccional propuesta por UCD.

La enmienda prosperó, y consiste, en esencia, en admitir la concesión presupuestaria, aunque sin determinar cantidad, en tanto no se evalúen las necesidades concretas.

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