Una legislación desfasada

Especialistas en protección del ambiente atmosférico opinan que la ley vigente en nuestro país (22 de diciembre de 1972) y su correspondiente reglamento (22 de abril de 1975) se encuentran desfasados y necesitan una urgente actualización. El programa de desarrollo constitucional ya prevé a este respecto que el próximo mes de diciembre se presente ante el Congreso un proyecto de ley de protección del medio ambiente.Los borradores que actualmente maneja la Comisión Interministerial del Medio Ambiente (CIMA) contemplan ya la posibilidad de que los límites de tolerancia actuales sean rebajados de forma sensible. En opinión de los técnicos, con la ley actual es difícil llegar a los niveles de emergencia, no porque nuestras ciudades, y concretamente Madrid, tengan un aire limpio, sino porque la legislación es excesivamente tolerante y ha puesto los listones tan altos que es difícil sobrepasarlos.

Según la ley y el reglamento citados, el gobernador civil, a propuesta de la comisión provincial de servicios técnicos y oídos los ayuntamientos afectados, puede tomar medidas de emergencia sobre industrias, transportes y todas las instalaciones que utilicen combustibles, pudiendo llegar a la clausura de determinadas factorías e incluso a la prohibición de circular o de encender calefacciones.

El reglamento de abril de 1975 establece un complejo sistema de índices para determinar situaciones de emergencia. En el caso de Madrid interesa la contaminación por partículas en suspensión. El valor considerado como tolerable se sitúa en los trescientos microgramos por metro cúbico de media a lo largo de un día. La emergencia de primer grado se presenta con los seiscientos microgramos, también de promedio a lo largo de un día; la emergencia de segundo grado se alcanza con los mil, y, por encima de los 1.600 se llega a la emergencia total. En este caso quedaría prácticamente paralizada toda la ciudad, salvo los servicios de urgencia.