La Junta aprueba la construcción de la central nuclear de Valdecaballeros y exige garantías

La Junta Regional de Extremadura aprueba la construcción de la central nuclear de Valdecaballeros, y no se opondrá al funcionamiento de la de Almaraz, si bien expone a la Administración una serie de condiciones cuyo incumplimiento obligaría al organismo preautonómico a exigir la paralización de las obras o, en su caso, el funcionamiento de ambas centrales.

Este acuerdo fue tomado ayer al ser aprobada la única moción que Unión de Centro Democrático presentó en la sesión extraordinaria convocada por la Junta para debatir el tema de las centrales nucleares de Extremadura y a la que asistieron veintitrés de los veinticinco miembros de la Junta. La moción centrista contó con los votos favorables de quince de los diecisiete miembros del partido presentes, uno del miembro del Grupo Independiente y la abstención de otro de UCD. Los grupos Socialista y Comunista se opusieron a la moción.La sesión, quizá porque se intuía el resultado de la misma, despertó poca expectación entre la. opinión pública, aunque fueron bastantes las personas que ocuparon el reducido espacio del salón de sesiones de la Diputación de Badajoz. Las tres horas largas que duró la sesión transcurrieron por unos cauces de normalidad, salvo alguna incidencia intrascendente que fue resuelta y ciertos comentarios irónicos que fueron escuchados a la hora de votar las mociones presentadas.

La primera moción que se debatió había sido promovida por el PCE, que se oponía a Valdecaballeros en razón a las pocas seguridades que el proyecto ofrecía, y porque no se habían dado respuestas a los interrogantes que en su día expresó la Junta de Energía Nuclear a las compañías promotoras. La moción, como era previsible, fue rechazada por los votos del partido mayoritario, UCD, como también lo fue la que a continuación presentó pidiendo una moratoria para la central de Almaraz, hasta tanto estuviese constituido el Consejo de Seguridad Nuclear.

La moción del grupo centrista se fundamentó en el informe que elaboró una comisión creada por la Junta de Extremadura piara el estudio del tema nuclear. A la vista de éste, de la situación energética y las perspectivas socioeconómicas de Extremadura, UCD no se opone a las centrales nucleares, aunque exige que el pronunciamiento sobre las condiciones de seguridad de las centrales se produzca en su día con el Consejo de Seguridad Nuclear y que se adopten y se cumplan las medidas que proponen en el informe elaborado por la comisión de la Junta.

Por otra parte, los centristas indican que para aceptar políticamente Almaraz y Valdecaballeros debe producirse por la Administración un rasgo de solidaridad con Extremadura que se concrete en un conjunto de compensaciones que permitan la aplicación de un plan especial para Extremadura. Por último, piden que la mano de obra que se utilice en todos los niveles técnicos, tanto en la explotación como en la construcción, sea con preferencia de Extremadura.

En los turnos de intervención en contra de la moción, los grupos Socialista y Comunista del organismo preautonómico manifestaron su oposición a la energía nuclear en Extremadura, en base a los riesgos que tomar una decisión de este tipo supone para la población; riesgos que enumeraron en las mociones que presentaron. En su réplica, los centristas hicieron suyas las recomendaciones del Consejo de Europa, y manifestaron que la energía nuclear es la alternativa más fiable al reto impuesto por la escasez de petróleo.

Moratoria rechazada

Las cinco mociones que sucesivamente fueron expuestas, procedentes del Grupo Socialista, para solicitar una moratoria para Almaraz y freno a la central de Valdecaballeros, fueron sistemáticamente rechazadas por la mayoría centrista.Con la aprobación de la moción centrista queda despejada la incógnita que se abrió sobre la central de Valdecaballeros, a raíz de la publicación en el BOE de la resolución de la Dirección General de Energía, que autorizaba su construcción, y provocó la oleada de protestas que llevaron a los alcaldes de más de cien municipios extremeños a un encierro voluntario de más de diez días en el Ayuntamiento de Villanueva de la Serena (Badajoz) y la celebración de múltiples manifestaciones populares en contra de la central atómica.

La Junta de Extremadura intervino en el tema y en una reunión con el ministro de Industria y Energía, Carlos Bustelo, se acordó suspender hasta el día 15 de octubre la citada resolución de la Dirección General de Energía, hasta tanto la Junta de Extremadura no emitiera su opinión sobre Valdecaballeros. Mientras tanto, una comisión especial elaboraría un informe en el que habrían de recogerse todos aquellos aspectos en los que se pudiera basar un ulterior acuerdo del organismo preautonómico. De este informe, se conocen sus conclusiones generales, que coinciden con el espíritu de la moción que el grupo centrista presentó en la sesión y en síntesis no encuentra motivos suficientes para oponerse tajantemente a la construcción de Valdecaballeros y al funcionamiento de la de Almaraz, aunque para su aprobación plantea una serie de condiciones.

Una vez conocidas las conclusiones del informe se intuía la respuesta favorable condicionalmente de la Junta, como ya adelantó EL PAIS en su día, por lo que la sesión de ayer puede considerarse como ratificadora de un acuerdo que tácitamente había tomado con anterioridad el grupo centrista y así fue reconocido por el portavoz del Grupo Socialista en una de sus intervenciones, al considerar inútil la reunión que estaban manteniendo.