Las universidades católicas piden ayuda estatal

El Estado tiene el deber de subvencionar las universidades no estatales, al menos en medida suficiente para garantizar la calidad de su servicio, según ha concluido el Congreso de Universidades Católicas, celebrado durante los últimos días. Los rectores pertenecientes a la Federación Internacional de Universidades Católicas (FlUC), reunidos para tratar el tema de la libertad de enseñanza, garantía de la sociedad democrática, han manifestado que tal deber estatal debe llevarse a cabo de formas diversas, tales como la firma de convenios entre las universidades no estatales que pidan y el Estado.Los representantes de centros de Holanda, Bélgica, Francia, Italia, Portugal y España apoyan sus conclusiones en el hecho de pertenecer a Estados democráticos y pluralistas, lo que supone el derecho irrenunciable de las personas físicas y jurídicas de crear centros de enseñanza superior o universitaria. La universidad ha de gozar de una autonomía que respete su naturaleza y actividad, y el Estado ha de respetar y garantizar tal autonomía.

La autonomía universitaria supondrá, según los rectores de la FlUC, además de la capacidad de cada centro de darse su propio estatuto, la de seleccionar tanto sus facultades, títulos, cursos, departamentos y su personal, como la gestión de los medios económicos propios o puestos a su disposición.