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"La Inquisición se convirtió en un modelo social, religioso y sexual"

Entrevista con el investigador francés Bartolomé Bennassar

El profesor Bartolomé Bennassar, presidente de la Universidad de Toulouse-Le Mirail y catedrático de Historia, presenta estos días en varias ciudades españolas los resultados de su investigación sobre la Inquisición que, en su opinión, «fue una fuerza de control social y político que correspondió a una ideología religiosa, cuya actuación llega a la actualidad a través de las policías políticas». El pasado mes de abril apareció en Francia su libro La Inquisición española, del siglo XV al XIX, que será traducido el próximo año, así como su tesis doctoral Valladolid en el Siglo de Oro. En nuestro país se ha publicado su ensayo Los españoles. Actitudes y mentalidades.

La Inquisición española es un libro de historia e interpretación sobre el tema, un trabajo de equipo del profesor Bennassar y cinco colaboradores. «Hemos empleado una metodología muy empírica. En primer lugar, leímos todo lo que se ha publicado y después nos fuimos a las fuentes, lo que supone miles de horas de trabajo en el Archivo Histórico Nacional, donde están la mayoría de los fondos. Se ha trabajado también en Cuenca y Valencia. Se conservan los fondos casi íntegros del Consejo de la Suprema y las relaciones de causas. El tema de la Inquisición me interesó en principio como fuente, ya que las series inquisitoriales ofrecen opiniones y conocimientos de la época a través de los interrogatorios.»Las tesis que atraviesan el libro son resumidas por el profesor Bennassar: la Inquisición no sólo se dedicó a perseguir minorías religiosas, sino que se convirtió en un modelo social, religioso y sexual en la línea del Concilio de Trento. Otra tesis, que admite más interpretaciones, es su conversión en un tribunal de Estado más que un tribunal de fe, de Iglesia. Su papel político fue tan importante como el religioso; se puede considerar como un agente del poder monárquico y centralizador, sobre todo desde el siglo XV hasta finales del XVII. Los ilustrados consideraban que era una mancha sobre España, un impedimento para la integración en la Europa de las luces.

Torturas y muertes

Los procedimientos de tortura y las penas impuestas por el Santo Oficio, a lo largo de sus tres siglos de existencia, han sido motivos de polémicas entre los investigadores. «Se ha exagerado mucho la crueldad de la Inquisición en cuanto al número de muertos y las torturas empleadas. Se puede evaluar con bastante certeza que el número de muertos fue de 3.000, como mínimo, y 7.000, como máximo. En cuanto a la tortura hay que insistir más, ya que es un tópico estúpido. Se sabe con certeza que la Inquisición ha torturado menos que la justicia civil. Aunque mataba menos que los tribunales civiles, la Inquisición aterrorizaba mucho más, porque cualquier persona podía caer delante de un tribunal, incluso por una blasfemia. La memoria de la infamia que creaba significaba la pérdida del honor y la ruina económica para una familia y sus descendientes.»«A mi juicio», añade el profesor Bennassar, «la Inquisición, a pesar de los esplendores del Siglo de Oro, desarrolla en España un espíritu de conformidad política e intelectual, cuyas consecuencias se alargan este siglo. En el plano político, su influencia ha sido muy grave, y en el plano económico se puede decir lo mismo, al afectar por completo a todo el mundo de los conversos, uno de sus núcleos más importantes. En el mundo cultural, por ejemplo, llegó a destruir la escuela de Medicina valenciana. También provocó el cierre relativo del país al pensamiento e ideas de otros países.»

El tribunal religioso de la Inquisición fue creado a instancias de los Reyes Católicos para investigar y castigar los delitos contra la fe. En 1478 se nombraron los primeros inquisidores, y cinco años más tarde se formó el Consejo de la Suprema. «En cuanto a su origen, es imposible prescindir de un movimiento de antisemitismo, que tenía incluso arraigo popular. Durante el primer medio siglo de actuación, el reinado de los Reyes Católicos, más del 90% de todas las víctimas fueron conversos. Fue más un tribunal de ley que del papado. Los reyes lo utilizaron como policía política, como el caso evidente de Antonio Pérez. El tribunal sigue las instrucciones reales según la coyuntura de la época, como en el caso de los "marranos" portugueses o cuando se firma la paz con Inglaterra. Otro caso de "tolerancia" fue la utilización de los condenados a muerte como tripulación de las galeras del Mediterráneo al faltar marinos. »

En cuanto a los estudios e investigaciones sobre la Inquisición, el profesor Bennassar considera que hay algunas zonas geográficas menos analizadas, como Canarias, Baleares y Murcia, y fuera de España, la actuación en Cerdeña y Sicilla, que dependían de la Corona de Aragón. Sobre Galicia se va a publicar próximamente un ensayo. Uno de los temas poco aclarados es la actitud de la Inquisición respecto a la mujer, tratadas en general con benevolencia. En la «caza de brujas» actuó de una forma más «suave», sobre todo a partir de un memorial de un inquisidor de Logroño que aconsejaba tratarlas como enfermas o víctimas de una situación particular.

Control sexual

Otro de los aspectos que destaca de su investigación es el tratamiento de la Inquisición respecto al sexo. «Durante mucho tiempo este tema ha sido ignorado. La Inquisición ha jugado un papel importante de control sexual, más en Aragón que en Castilla, al perseguir a los homosexuales y los actos de bestialismo, incluso a los hombres y mujeres que decían que la fornicación no era pecado o que hablaban mal del matrimonio. Por lo general, las penas de estos casos eran de multas económicas.»Bartolomé Bennassar (Nimes, 1929) es catedrático de Historia de la Universidad de Toulouse. Ha publicado, además de los libros reseñados, Investigaciones sobre las grandes epidemias en el norte de España a finales del siglo XVI (1969) y Santiago de Compostela (1975). En el Instituto Francés de Madrid pronunció el pasado miércoles una conferencia sobre su libro La Inquisición española y otra en la facultad de Ciencias Políticas, sobre el aspecto político del Santo Oficio.

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