Posible solución a la grave crisis de Bolivia

A marchas forzadas se negoció ayer una solución a la grave crisis boliviana, tras cinco días de sangrientos incidentes a raíz del golpe militar protagonizado por el coronel Alberto Natusch. El primer resultado de esta mediación, en la que ha participado la Iglesia boliviana, ha sido la reapertura del Congreso, que ayer por la noche se reunió para buscar una salida al conflicto.El presidente constitucional, Walter Guevara Arze, que desde el jueves se ha negado a abandonar el poder y en la clandestinidad ha estado dirigiendo un «Gobierno, paralelo», se manifestó ayer dispuesto a aceptar que el Congreso Nacional asuma la responsabilidad de la resolución del conflicto.

Al parecer, el coronel Natusch manifestó al mediador de la Conferencia Episcopal, monseñor Prata, que está dispuesto a abandonar el poder si el presidente Guevara renunciaba a la presidencia.

Todo parece indicar que la resistencia civil, encabezada por la Central Obrera Boliviana, y la resistencia de ciertos sectores del Ejército a respaldar el golpe, junto a las presiones norteamericanas, han hecho tambalearse al régimen de Natusch.

Ayer, después de cinco días de sangrientos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas militares, la calma retornaba a La Paz.

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