El balance militar en el área sigue favorable a Argelia, según Brzezinski

Las ventas de armas prometidas a Marruecos por el ejecutivo norteamericano «no cambiarán sustancialmente el balance militar en el área», el cual sigue beneficiando a Argelia, a la luz del último desfile militar celebrado el jueves pasado. En este sentido se pronunciaron, oficiosamente, medios cercanos a la delegación norteamericana encabezada por el consejero de Seguridad, Zbinieg Brzezinski, quien mantuvo ayer una entrevista con el presidente Chadli y conversó con el primer ministro iraní, Medhi Bazargan, y el general vietnamita, Vo Nguyen Giap.

Brzezinski abandonará hoy Argel al término de una breve visita durante la cual asistió a los actos del 25º aniversario de la revolución argelina, se entrevistó con varias personalidades invitadas y discutió el tema del Sahara occidental con los principales dirigentes argelinos. Las últimas horas de su visita las empleó para realizar un pequeño recorrido turístico.El consejero nacional de Seguridad del presidente Jimmy Carter intercambió un cortés apretón de manos y un saludo circunstancial con el dirigente palestino Yasser Arafat cuando ambos se tropezaron de improviso durante la recepción ofrecida por las autoridades argelinas a invitados y periodistas.

Durante este acto, en diversas ocasiones, el secretario general del Polisario, Mohamed Abdelaziz, y el primer ministro saharaui, Mohamed Lamin, se hallaron enfrente del grupo formado por la representación española que dirige el ministro de la Presidencia, José Pedro Pérez Llorca, pero no hubo intercambio de palabras.

Las conversaciones del señor Brzezinski con el ministro argelino de Asuntos Exteriores, Mohamed Benyahia, se celebraron dentro de una atmósfera «cordial y franca», según una fuente argelina.

Brzezinski no sólo habría quitado importancia al tema de las armas norteamericanas para Marruecos, sino que habría declarado «haber quedado impresionado» por el desfile militar argelino. Esas armas, en opinión de medios cercanos a la delegación norteamericana, «no modificarán la balanza de poderío militar favorable a Argelia», pero, por otra parte, Washington piensa que Marruecos necesita ser apoyado para potencializar su capacidad de negociación de un acuerdo político con el Frente Polisario.

La parte argelina expresó su «preocupación» por las ventas de armas a Rabat y rechazó los argumentos de la delegación estadounidense.

El tema del Sahara fue tratado también por el dirigente del PSOE, Alfonso Guerra en sendas entrevistas con el encargado de la Comisión de Relaciones Internacionales del FLN, Sliman Hoffmann, y el secretario general del Polisario, Abdelaziz.

Guerra dijo a los periodistas españoles que la «posición triunfalista» de que, según él, daría pruebas el Gobierno español en sus relaciones con Argelia, no se corresponde con la realidad.

En opinión del dirigente socialista, sus interlocutores argelinos le habrían reafirmado que las relaciones hispano-argelinas no podrán alcanzar el «nivel adecuado de normalización» mientras persista el «tumor político» del Sahara occidental. «La política de bandazos seguida por el Gobierno español hace que no haya relaciones normales y fluidas a otros niveles, como en el caso de los hidrocarburos. Esas relaciones pueden mejorar si el Gobierno español adopta una actitud consecuente», agregó.