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No hay acuerdo entre los escritores sobre la identidad cultural de la región de Murcia

En el I Congreso de Escritores de la Región Murciana, clausurado el pasado fin de semana; han destacado las notas de localismo, de regionalismo trasnochado y de poca amplitud de miras. Los observadores lo han calificado como experiencia positiva a pesar de que no acudió mucha gente a la Casa de la Cultura a oír o discutir con unos autores que no se pusieron de acuerdo a la hora de decidir cuál es la identidad cultural de la región.Indudablemente ha sido Sánchez-Dragó la «estrella» de este congreso. Y eso pese a que ha definido el Congreso como algo innecesario, mostrándose enemigo de certámenes de este tipo. Quizá haya que colocar a Castillo Puche, presidente del congreso, en segundo lugar, y que, ya un día antes de que diese comienzo este primer encuentro de hombres de letras murcianos, homenajeaba a Saavedra Fajardo en su pueblo natal, y ayer, clausurados los actos, firmarba todavía ejemplares en la III Feria Nacional del Libro.

El novelista yeclano, que inauguró el certamen, hizo repetidas veces alusión a la murcianía de Orihuela a la que él considera totalmente castellana y no valenciana, afirmando que en esa parte de la actual provincia de Alicante jamás se habló valenciano, por lo que considera el novelista que es un contrasentido que hoy el pueblo de Miguel Hernández quede bajo la influencia de una cultura que no es la suya. «Es una herida sin restañar», dijo Castillo Puche, que llegó más lejos cuando afirmó que «la murcianidad es incompleta mientras la desembocadura del Segura no esté dentro de los límites de esta región». Respecto de la existencia de una literatura murciana, la negó, calificando como perniciosa su posible existencia, aunque reconoció que hay una literatura de Murcia y hecha en Murcia. Según el señor Castillo Puche, la cultura murciana siempre ha rebasado lo local.

Por su parte, Sánchez-Dragó afirmo a su llegada que el castellano literario no existe actualmente, manifestando que para su obra ha tenido que recurrir al Siglo de Oro, basando en su utilización de la gramática y el diccionario lo que él mismo calificó como concepto y eufonía de la lengua en su obra, explicando, asimismo, que la escritura para él es una diversión, tan importante al mismo tiempo, fisiológicamente hablando, como hacer pis o el sexo. Calificó de absurda a la crítica, opinando que lo que hay que hacer es informar al lector. Posteriormente, en su conferencia del sábado afirmaría que su obra es una reivindicación de las interpretaciones opuestas a las definiciones existentes de la historia, concluyendo que nunca escribió la reconquista y que en España el poder jamás se ha correspondido con el pueblo y afirmando igualmente que las autonomías servirán para incrementar el poder central. Aseguró que ahora mismo, mientras el Estado trata de identificarse con Europa, el pueblo se siente mucho más cerca de Africa. En otros momentos, Sánchez-Dragó criticó duramente el estilo de Francisco Umbral.

Aparte de estas dos conferencias, se han presentado en el certamen diez ponencias y catorce comunicaciones, de mucha más calidad las primeras que las segundas, acusándose, según varios críticos, el handicap que supone el que la infraestructura esté vacía de contenido. De todas formas se editará un volumen con la totalidad de los trabajos de este congreso, que trataba de buscar la identidad cultural de una región puente, fronteriza, como la calificó Castillo Puche, y que contó con poca asistencia de público si se exceptúa la conferencia de Sánchez-Dragó, muy próximo a los anarquistas, según él mismo. Incluso se habló de crear la identidad de este pueblo, lo que viene a complementarse estupendamente con la campaña de potenciación de imagen regional.

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