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La cesta de la compra madrileña, más barata que en la CEE

La capital más cara del mundo, a la hora de efectuar la cesta de la compra, es Tokio, y la más barata, Brasilia, según un estudio realizado durante el pasado mes de julio por el Servicio de Agricultura Exterior (FAS) de Estados Unidos. En este aspecto, la capital española se encuentra (aunque varía para algunos productos) en la mitad de la tabla, pero siempre por debajo de las capitales del Mercado Común. Pasa a página 43

Los precios españoles de productos alimenticios menores que en los países de la CEE

(Viene de primera página)

En la primera columna del cuadro adjunto, dedicada a la carne de vacuno en filetes (carnes de primera clase), se aprecia el contraste del altísimo precio recogido en la capital japonesa. Tokio, con 35,70 dólares el kilo, registra casi el cuádruple de la media obtenida entre los dieciocho países. Las capitales suramericanas (Brasilia, 3,04 y Buenos Aires, 3,81) absorben los precios más bajos de la tabla, al ser sus países grandes productores. Madrid, con un precio de 9,06 dólares, se sitúa ligeramente por debajo de la media, diferencia que se hace mucho más ostensible al ser comparada con la de los países de la CEE (13,25 dólares). En relación a la carne de cerdo, los datos recogidos por el FAS atribuyen la mayor carestía a Berna, con casi diez dólares (unas 660 pesetas kilo de chuletas). Tokio registra igualmente uno de los guarismos más elevados, aunque en esta ocasión no se disparan tanto como en la carne de vacuno.

En el grupo de productos lácteos, Tokio y Berna se encuentran igualmente en cabeza del ranking de países caros. Con casi un dólar por litro, la capital nipona se sitúa a mucha distancia de casi todas las demás capitales: prácticamente cuadruplica los sondeados en Brasilia (0,27) y México (0,28), y es casi el doble que el de Madrid (0,52), muy próximo a la media. La capital española, sin embargo, se sitúa en segundo lugar en el capítulo de mantequillas (6,97 dólares el kilo), detrás de la capital suiza (8,18), precio que resulta «chocante » si se tiene en cuenta el gran potencial lechero suizo. Los precios más bajos los registran Camberra, Pretoria y Brasilia. Y en el apartado de quesos, faltan en el estudio datos concretos de Berna, Copenhague, Madrid, Roma y La Haya, tal vez ante la variedad de quesos existentes en estos países y la dificultad de encontrar algún tipo parecido al americano. Según los datos del FAS, en Buenos Aires, donde abunda la carne de vacuno, parece más escaso el queso; su precio es de 8,83 dólares, un 56,5 % superior a esta media un «poco coja».

La capital sueca, Estocolmo, no parece ni mucho menos el paraíso del aceite; su precio de 5,46 dólares por litro (360 pesetas) supone el 380% de los registrados por el FAS en España. No se especifica, sin embargo, sobre qué tipo de aceite se ha hecho el muestreo o si se ha tenido en cuenta algún baremo aritmético para realizar el cálculo.

Del mismo modo, Estocolmo y Copenhague resultan las capitales más caras para los productos sacados directamente de la tierra. Los suecos compraron, en julio, los tomates a 3,05 dólares el kilo (201,30 pesetas), lo que suponía un 455% de lo que se cobraba entonces en Madrid. El país que más barato ofrecía las patatas era Holanda (0,20 dólares el kilo, en La Haya), cuyos precios eran casi la sexta parte de los que se cobraban en Tokio. El arroz es el producto donde tal vez se registraron menos «picos» en las diferencias; Copenhague, con 1,66 dólares el kilo es el precio más alto, y, Madrid, con 1,11, se sitúa prácticamente en la media. Y el azúcar registra variaciones bastante similares a las del arroz.

EL PAÍS ha imaginado una cesta de la compra compuesta, por ejemplo, por un kilo de carne de vacuno en filetes, una docena de huevos, cien gramos de mantequilla, un litro de leche, otro de aceite y un kilo de cada uno de los siguientes productos: patatas, naranjas, arroz, azúcar y café, en el intento de hacer más ilustrativo -ni mucho menos infalible-, este cuadro del FAS.

Realizado el cálculo matemático con los precios reseñados, la cesta más cara, a mucha distancia, es la de Tokio, con 59,62 dólares. La más barata corresponde a la capital brasileña, con sólo 10,65. Las capitales europeas más caras son Copenhague (39,07), Estocolmo (35,93) y Bema (35,70). Madrid, con 25,03 dólares (1,652 pesetas), se sitúa por debajo de la media de las dieciocho capitales (25,03) y a mucha mayor distancia que la de los países de la CEE, que sería en ese caso de 29,93 dólares (1.975 pesetas). Madrid y La Haya serían las capitales europeas más baratas en cuanto a precios al consumidor de productos alimenticios, de las diez analizadas por el FAS.

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