Un doble cuaderno catalán

Dos catalanas hablan, a las otras mujeres de España, de su vida interior: de sus emociones, de los deseos de ser ellas mismas, de sus cotidianidades triviales y trascendentes en esta bella edición bilingüe.Subidas, Montse y Mari, en el zeppelin de la palabra, cuentan sus cuentos, dibujan sus magias, albergan sus sueños, recrean sus pensamientos, escriben sus vivencias, sus pasados remotos, sus «aquís y ahoras», en la prosa y en el grafismo de este tierno y doloroso cuademo infantil.

Montse y Mari hacen, paradójicamente si lo vemos superficialmente, una literatura que es infantil y adulta, literatura acompañada de dibujos, como hablándose a ellas mismas, reflejándose una en la otra, una al lado de la otra, inirándose en las Ramblas de esa Barcelona que Gaudí llenó de sueños de niño en su magia polícroma.

Libro inencasillable -¿narración, diario íntimo, poema, carta escrita a la amiga íntima llenos los ojos de lágrimas?-, escrito y dibujado desde ese fondo abisal del ser y del existir de la mujer.

Necesidad cósmica del mar

Cuaderno, más que libro, que recoge, como una hoja verde recoge la luz y el agua cuando llueve sobre el mundo, el síndrome de todos los poetas: el síndrome del mar, es decir, esa necesidad cósmica de que el mar sea de uno, sólo de uno; ese deseo de abarcarlo todo que se simboliza en el mar y que mueve las pasiones, los desalientos, las desesperanzas de la humana especie.Porque este libro es el libro no del agua, sino del mar, una mediación para llegar al mar, al mar subjetivo, de ellas, de Montse y Mari, que buscan en la ceguera de la reflexión una apoyatura para entender lo que les rodea, lo que son, lo que quieren ser.

Bomba aspirante-impelente, el mar entra y sale de la emotividad de las autoras, entra por el agujero del acantilado de su vida profunda y luego sale, como purificado. Sí, como purificado: porque el mar existe ya que dos mujeres lo contaron, fueron allí, a la mar Océana y tras de la cual no estaba el trópico del legendario Lope de Aguirre, sino la propia intimidad de ellas.