Rodríguez Sahagún. "La lucha contra el terrorismo será larga, pero venceremos"

Poco antes de salir hacia San Sebastián, para asistir al funeral por el general gobernador militar de Guipúzcoa, el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, hizo una declaración en la que, entre otras cosas, afirma que hay que esperar que la lucha contra el terrorismo sea larga y se cobre nuevas bajas, pero «la victoria final será nuestra». Para ello, el ministro hace un llamamiento a la unión de todos los grupos políticos y sociales del país. La declaración dice:

«Mi presencia hoy en San Sebastián es para compartir el pesar y el dolor que sienten los compañeros y familiares de la víctima y que igualmente sentimos todos los españoles. Lógicamente estoy preocupado, pero mantengo toda la calma y la firmeza que exigen estos momentos.Estoy preocupado porque es claro que estamos ante un grupo de marginados que han hecho de las muertes sus instrumentos y objetivo y porque nadie puede esperar que su actitud cambie de la noche a la mañana y, por tanto, hay que contar con su intención de seguir matando.

Preocupado, porque el terrorismo es un fenómeno grave a escala internacional, contra el que no existen fórmulas mágicas. Combatirlo y vencerlo con voluntad decidida supone un proceso largo. Prueba de ello lo tenemos en otros países de la propia Europa, en los que se han registrado atentados recientes de extrema gravedad, que han afectado a las más altas instancias.

Ante estos hechos debemos reaccionar uniéndonos todos más que nunca, al margen de cualquier planteamiento partidista, adoptando una actitud y una voluntad nacional única para luchar contra el terrorismo y aislarlo totalmente.

La lucha contra el terrorismo será larga, muy larga, y habrá probablemente nuevas bajas, pero la victoria final será nuestra. La victoria será de quienes deseamos una convivencia en paz, en orden, de quienes deseamos la justicia y el bienestar y pretendemos para nuestros hijos una sociedad dentro del modelo occidental.

Es por todo ello muy importante no caer en el desánimo ni en la desmoralización o el catastrofismo, porque la lucha terrorista tiene mucho de psicológica, y son precisamente esos objetivos los que más buscan sus actores. Por el contrario, es el momento de la máxima colaboración, del apoyo total a las diferentes instituciones del Estado, y de un apoyo pleno principalmente a las Fuerzas de Seguridad y a cuantos ocupan- los puestos de varíguardia en la lucha.

Aunque es lógico que existan diferentes puntos de vista entre los españoles en la manera de enfocar los programas que tenemos, no lo es, sin embargo, en el caso del terrorismo, en el que todas las fuerzas políticas y todos los estamentos sociales debemos hacerle frente, asu miendo cada uno su responsabili dad frente a lo que constituye un ataque frontal a la seguridad del Estado. Por eso me resulta incom prensible e intolerable que alguien trate de instrumentar políticamen te estos asesinatos. A veces puede parecer que no se avanza en esta lucha todo lo que deseamos, pero yo creo que sí existen logros importantes en lo político, en lo policial y en todos los órdenes. Me consta que el Gobierno está tomando y desarrollando cuantas medidas y acciones son precisas. Pero no se puede olvidar que estamos ante especialistas de la subversión y debemos saber reaccionar también ante la escalada de provocaciones que tratan de realizar, de modo que nuestra sociedad recobre toda su sensibilidad, no limitándola a simples reacciones emocionales, que es uno de los objetivos que persiguen los terristas.

Tampoco se trata de hacer de la condena de estos atentados una rutina, sino de asumir un verdadero compromiso de colaboración por parte de todos los ciudadanos en ese no rotundo a la violencia y a los asesinatos, con esa voluntad nacional de acabar con el terrorismo, cueste lo que cueste y dure lo que dure. Con la fe, la esperanza y la seguridad de que el triunfo final será nuestro.

Yo me atrevo a pedir a todos los españoles, como ministro de Defensa, que tengan fe y seguridad. Hoy es el momento, más que nunca, de permanecer unidos, identificados con el dolor de las Fuerzas Armadas, que tienen un comportamiento ejemplar y de las que, como ministro de Defensa, me siento enteramente orgulloso.»