Las culturas regionales reclaman una atención específica de la Administración

Los consejeros de Cultura de diferentes órganos preautonómicos, que durante tres días se han reunido en Badajoz para estudiar y analizar conjuntamente la situación y los problemas de la cultura en las respectivas regiones y nacionalidades, no han suscrito al final la plataforma conjunta de reivindicaciones en materia cultural que pretendían elevar a la Administración de manera unitaria.

Las peculiaridades y necesidades específicas de cada región constatadas a lo largo de las sesiones de trabajo, requerían tratamientos distintos y especiales para cada caso. No obstante, en el intercambio de experiencias que se ha producido se ha señalado el camino que debe seguirse a la hora de solicitar de la Administración transferencias en materia cultural, que deben proyectarse hacia la política cultural propia de cada comunidad.En todos los asistentes ha sido común la insatisfacción -y así lo han reconocido en un comunicado que se ha elaborado ante la lentitud y cortedad en los mandatos de negociación en las contraofertas por parte de la Administración en materia de cultura. En este sentido, se señala que la Administración no debe imponer más techo que el que se contiene en el artículo 148 de la Constitución, que se refiere a museos, bibliotecas, patrimonio monumental, conservatorio de música, fomento de la cultura, investigación, enseñanza de las lenguas en las comunidades autónomas, promoción del deporte y adecuada utilización del ocio. Por las experiencias que se tienen, la Administración limita las opciones que ofrece la Constitución, temiéndose que las parcelas que sean transferidas a las comunidades autónomas sean sólo de funciones administrativas que impidan a los entes desarrollar una política cultural que está claramente reflejada en el número 17 del artículo 148 de la Constitución.

Se ha reconocido que la actual política de la Administración central no hace sino fomentar las exigencias culturales con el retraso en la concesión de transferencias y con su recorte del tope constitucional. A partir de ahora, y con el claro reconocimiento de esta realidad, las negociaciones de las transferencias van a ser mucho más exigentes.

Aunque no se han comprometido formalmente a ello, los consejeros de Cultura reconocen que esta experiencia propiciará un intercambio cultural entre las diversas regiones, mediante publicaciones o experiencias que sirvan para un mejor conocimiento entre los diferentes pueblos de España.