Lo considera contrario al acuerdo de Camp David Israel rechaza el proyecto de federación jordano-palestino

Por una vez los intereses israelíes y palestinos convergen: ambos se oponen a las «nuevas ideas» propuestas por el embajador itinerante norteamericano Robert Strauss. El Gobierno israelí no quiere oír hablar del proyecto de una federación jordano-palestina, último globo sonda lanzado por los norteamericanos para intentar superar la implacable hostilidad de los dirigentes israelíes a toda «entidad palestina» más o menos independiente en Cisjordania o Gaza.La nueva idea que el enviado especial del presidente Carter ha intentado «vender» a Jerusalén consiste en construir una federación jordano-palestina dirigida por el rey Hussein de Jordania. La ventaja de esta nueva solución consistiría en eliminar la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de las negociaciones futuras y conjurar el espectro de un Estado palestino independiente.

Pero el Gobierno de Begin se niega incluso a plantearse la solución propuesta por Strauss. Para rechazarla se invoca en Jerusalén que esta propuesta contradice los acuerdos concluidos en Camp David. En efecto, estos acuerdos prevén que el estatuto final de Cisjordania y de la región de Gaza no debe ser discutido hasta pasados tres años después de la concesión de la autonomía. Hasta entonces, se declara en Jerusalén, no habrá negociaciones con Jordania sobre las futuras fronteras entre ambos países y, por consiguiente, sobre un proyecto de federación jordano-palestina.

La verdadera razón de la oposición de Begin es, en realidad, que toda negociación con el rey Hussein sobre el porvenir de Cisjordania y de Gaza obligaría a Israel a pronunciarse sobre eventuales concesiones territoriales en Cisjordania, Judea y Samaria bíblica, territorios que el primer ministro israelí espera poder anexionar al finalizar el período de autonomía de cinco años de duración.

La oposición palestina a los proyectos de Strauss tiene un origen completamente diferente. El proyecto de una federación jordano-palestina «intenta escamotear nuestro derecho a la autodeterminación», declaró a este corresponsal el alcalde de Nablus, Bassam Shakaa. «Sin embargo, acaso propongamos a Jordania crear una federación, pero eso será después de haber creado nuestro Estado palestino y negociando en pie de igualdad, no siendo desde un principio una provincia del reino hachemita», añade Shakaa.

Los palestinos de los territorios ocupados no se han sorprendido en absoluto por esta propuesta de Strauss. «Desde que Sadat declaró en Haifa que el rey Hussein tenía que asumir sus responsabilidades y sumarse a la negociación egipcio-israelí, invitaba de hecho al rey de Jordania a eliminar definitivamente de la negociación a la OLP», comenta el redactor jefe del diario independiente palestino El Fajr. que se publica en Jerusalén este. La invitación hecha por Sadat a Hussein es considerada por los palestinos como la prueba de la ruptura definitiva por el presidente egipcio de los acuerdos de Rabat de 1974, en los que todos los Estados árabes, incluidos Egipto y Jordania, reconocieron a la OLP.