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Manifestación contra un "basurero nuclear"

El primer día de perforaciones en lo que acabará siendo, al parecer, el primer «basurero nuclear» de la República Federal de Alemania, en Gorleben (Baja Sajonia, en la frontera con Alemania oriental), ha concluido con más violencia moral que física: quinientos policías, armados con bombas de agua y otros efectivos, «vencieron » ayer la resistencia pasiva de unos 350 manifestantes ecologistas, que se proponían salvar de la tala una extensión de bosque de cuatro hectáreas.

Según un portavoz del Ministerio del Interior de Baja Sajonia, land que gobierna la Democracia Cristiana, las perforaciones sólo requerían la tala de media hectárea, pero crear espacio suficiente a la policía para que cumpliese su deber había exigido. la destrucción de una extensión mayor de bosque.

Los trabajadores que procedían a esta operación de tala se vieron obligados a interrumpirla durante varias horas -el incidente se prolongó hasta las tres de la madrugada-, al ocupar las copas de los pinos yotras coníferas piquetes de ecologistas, dispuestos a defender con sus cuerpos a los árboles, que habrían de cortarse. La policía procuró evitar un ataque frontal contra los ecologistas, para evitar repetir los encontronazos del pasado mes de agosto, en los que se produjeron heridos.

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