La edad media del hombre alcanzará los ciento diez años

Vivir más de 110 años y sin los inconvenientes de la vejez puede ser pasado mañana una meta normal para cualquier hombre o mujer. La afirmación no es de ningún mago. Lo acaban de declarar científicos de primera plana y premios Nobel de Medicina en el Congreso Internacional celebrado en Saint Vincent, en el que han participado los mayores genios de la biología de veinte países. Han discutido juntos sobre las posibilidades que la biología de base puede ofrecer a la evolución de la humanidad.Este año, el congreso de Saint Vincent, bajo el patrocinio de la Unesco, del presidente de la República, Sandro Pertini, y de la OMS de la región Val de Aosta ha concedido su tradicional premio -el más importante después del Premio Nobel- a una mujer: la catedrática de Medicina Rita Levi-Montalcini.

El congreso ha estado dominado y lo ha subrayado en Italia toda la prensa, por la esperanza que estos científicos han dado al hombre de prolongar mucho más allá de los cien años la propia vida, con las ventajas de la juventud. Robert Good, director del Instituto de Cáncer de Nueva York, afirmó, por ejemplo, que la inmunología moderna es hoy el centro de la revolución médica y que se trata de una revolución para el desarrollo de la humanidad y la prolongación de la vida del hombre, que llegará a ser mayor que la revolución industrial o la revolución sexual. Y esto no sólo porque, como dijo el famoso científico argentino Edoardo de Robertis, hoy, el hombre, con la victoria sobre el cáncer y sobre las enfermedades cardiovasculatorias, puede ya vivir tranquilamente más de cien años, sino porque se están abriendo caminos nuevos en la investigación de las relaciones entre genética e inmunología, corno han asegurado tres premios Nobel: el sueco Granit y los ingleses Katz, y Von Euler. En la medida en que sea posible intervenir en la interconexión entre el sistema génetico y el bagaje inmunológico, se podrá llegar a la eliminación de muchas enfermedades actuales y, sobre todo, a la reducción de la vejez y al alargamiento de la vida.

Según el catedrático Robert Good, ya hoy se curan más de diecisiete enfermedades mortales con la aplicación de técnicas de ingeniería molecular y pronto se podrá llegar por el mismo camino a prevenir el cáncer y curar enfermedades parasitarias, bactéricas y virales.

El bioquímico hindú Gursaran Talwar presentó también una hipótesis revolucionaria de control de nacimientos a través de una serie de métodos inmunológicos «sin necesidad», dijo, «de llenar de medicinas nuestro organismo y sin interferir en el sistema hipotálamo-hipófisis y gónadas, dejando el sistema nervioso intacto».

Este científico de India anunció que está trabajando con una vacuna antifecundativa, dos para las mujeres, una para los hombres y otra que sirve para ambos. Se está ya experimentando en seis países. Según Talwar, será eficaz al ciento por ciento.

Mientras tanto, llegarán esos tiempos felices que, según estas estas estrellas de la Medicina, están más cerca de lo que parece y lo estarían aún más «si se gastara menos en armas y más en la ciencia médica». Así también, han puesto en guardia contra el desastre que ocasiona el stress moderno. Al parecer, se está probando científicamente que aquel es causa no sólo de toda una serie de enfermedades mortales de tipo cerebro-vascular, sino también de diabetes, cáncer y epilepsia. «Vivir más», han dicho estos médicos de fama mundial, «significa también vivir más despacio.»