_
_
_
_

El problema vasco

«(...) Hace tres meses se dijo que todo estaba listo para iniciar la paz en el País Vasco, se afirmó que la operación Garaikoetxea-Fontán para salir del laberinto vasco por la puerta de 1936 prometía ser un éxito y se informó que el Gobierno estaba elaborando apresurada mente una estrategia de pacificación de Euskadi que terminaría con el "abrazo de Guernica". ¿En qué han quedado esas seguridades e informaciones? ¿Es razonable suponer que la creciente fuerza de ese movimiento sea debida a la coacción de grupos minoritarios, dados a la extrema violencia, sobre la mayoría de la población vasca? Nosotros no lo creemos así.Nosotros opinamos que el brío del independentismo, la progresiva radicalización del nacionalismo a ultranza, no es debido a ninguna acción coercitiva, sino a un creciente desengaño, a una aumentada decepción, respecto a la comprensión del problema vasco por parte del Gobierno y a las posibilidades de llegar a un acuerdo satisfactorio con éste. ETA provoca disturbios, lleva la violencia hasta extremos injustificables, que en modo alguno pueden ser aceptados; pero lo que a ETA no le es dado hacer es contribuir a la propagación del independentismo, es convencer a las gentes respecto a las hipotéticas excelencias de la secesión. Esa clase de catequesis no se lleva a cabo a fuerza de derramamientos de sangre. Ciertas doctrinas pueden conducir a la violencia, pero ésta no lleva nunca a aquéllas.

La negociación del Gobierno con el PNV y Euskadiko Ezkerra es difícil, y con Herri Batasuna, más todavía. Esto está claro. Lo que esos partidos quieren, que en definitiva es el derecho a la autodeterminación, teóricamente aceptado por la mayoría de países y negado por todos en la práctica política, está más allá de lo que el Gobierno parece estar dispuesto a ceder. De ahí los rodeos de la Administración y el desengaño de los vascos. El Gobierno da a veces la sensación de no percatarse que el diálogo con los nacionalistas vascos es un parlamento con políticos que representan a un pueblo despiadadamente humillado y ofendido durante mucho tiempo. Euskadi es una nación que ha sido fríamente herida en lo más profundo de su naturaleza, y las lesiones continúan abiertas. ( ... )

La cuestión vasca no será solucionada por la violencia ni mediante pactos personales, ni mucho menos con listezas. Porque este es un problema en el que no valen el mando y ordeno ni los acuerdos secretos, ni tampoco las astucias y las pillerías propias de gente más o menos avispada. Aquí se trata de algo que requiere políticos de gran envergadura moral y de enorme solvencia práctica. »

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

, 5 de septiembre

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_