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Marruecos intenta evitar una condena de los países no alineados por su política en el Sahara

Francisco G. Basterra

Marruecos no desea ser el segundo «Egipto» de la sexta cumbre de los países no alineados y está haciendo intensos esfuerzos diplomáticos para evitar una condena expresa del movimiento tercermundista por su política sobre el Sahara occidental. La fórmula del consenso, necesaria para no desgarrar a un foro tan heterogéneo, puede salvar todavía una condena directa de la «traición» de Sadat y de los acuerdos de Camp David, que no serían citados expresamente. La diplomacia de Rabat, representada aquí por el primer ministro, Maati Buabid, y el titular de Relaciones Exteriores, Mohamed Bucetta, espera salvarse también de una condena del «expansionismo marroquí».

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En unas declaraciones ala prensa española, en los pasillos de la conferencia, Bucetta se mostró optimista respecto a la solución final que el movimiento no alineado adopte sobre la cuestión del Sahara. «No creo en una condena a mi país», dijo, «y en caso contrario, Marruecos no se retiraría de este movimiento. »Los dos primeros borradores de la declaración final de la sexta cumbre no condenan las últimas acciones marroquíes en la ex colonia española y se limitan a recordar los principios de autodeterminación y descolonización tal como han sido sancionados por la última cumbre de la. OUA, el pasado mes de julio en Monrovia.

Bucetta insistió en la conocida propuesta del rey Hassan II, que será reproducida aquí por su Gobierno, en el sentido de pedir a la OUA la convocatoria de una conferencia de países ribereños del Sahara occidental para buscar una solución política y convertir la región en un área de cooperación y no de tensión.

El ministro de Asuntos Exteriores marroquí se manifestó confiado en que la RASD no será reconocida por muchos países africanos. Lo mismo que Egipto, Rabat tiene buenos aliados en el continente negro, por ejemplo, Gabón y Senegal, que pueden parar un golpe duro e impedir una condena por consenso.

A este respecto cabe destacar la intervención, ayer, ante el plenario de la cumbre, del presidente de Mali, Mussa Traore, quien, después de recordar el derecho inalienable de la población saharaui a la autodeterminación, pidió llevar a cabo una conferencia sobre el Sahara a todas las partes de la región interesadas en disminuir la tensión en esta zona de Africa. «Es necesaria», añadió el dirigente africano, «la adhesión de todas las partes para desinternacionalizar este conflicto fratricida, que debe resolverse entre los propios africanos».

Los no alineados, añadió Traore, deben confiar en Africa y apoyar a la OUA y sus resoluciones como camino para llevar la paz al Sahara.

Optimismo polisario

La comisión política, enmarañada todavía después de dos días de debates en la cuestión palestina, no había entrado todavía ayer a primera hora de la tarde (hora de La Habana) en el tema del Sahara. Sin embargo, los dirigentes polisarios presentes aquí se muestran optimistas sobre la posibilidad de que los no alineados coloquen a Marruecos en una posición difícil, después del revés sufrido por el Gobierno de Rabat en la pasada cumbre de Monrovia. Una fuente diplomática española señaló que es muy posible que las últimas acciones de Marruecos en el Sáhara sean condenadas en la declaración final de La Habana. Este documento no será conocido en su redacción final hasta el sábado.

Por otra parte, Bucetta dijo, con cierta ironía, a la prensa española acreditada en La Habana que es difícil hablar de una posición española en el tema del Sahara, y calificó de «coyunturales» las últimas declaraciones de la diplomacia española sobre este problema. Las relaciones entre nuestros dos países, precisó el ministro marroquí, deben ser positivas y no oportunistas; el interés profundo de los dos países es cooperar, ya que tenemos intereses comunes, incluso en el tema del Sahara.

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