"Los veraneantes", de Gorki, inaugurará la temporada del Centro Dramático Nacional
Declaraciones de Carlos Gandolfo, director de laobra
Con cinco montajes del Teatre Lliure, que se representarán en el María Guerrero a lo largo de los meses de septiembre y octubre, y el estreno de la obra del dramaturgo soviético Máximo Gorki Los veraneantes en el Bellas Artes, el 31 de octubre, se inaugurará la temporada 1979-1980 del Centro Dramático Nacional. También este otoño comenzará a funcionar, a cargo de José Luis Gómez, un taller-laboratorio para la formación de actores. El primer maestro de este taller será el argentino Carlos Gandolfo, recién llegado a España para dirigir Los veraneantes. Con él habló .
PREGUNTA. Háblenos primero de lo que será uno de los platos fuertes de la rentrée teatral, Los veraneantes, que usted va a dirigir.RESPUESTA. Los veraneantes es la tercera obra de Gorki, muy infuenciada por Chejov, pero no es el clásico drama gorkiano a base de historias densas de pasiones, sino una descripción de las relaciones humanas, de las dificultades para el entendimiento, la comunicación y la convivencia. La hemos elegido porque permite un trabajo profundo y minucioso con los actores, cierta elaboración visual al margen del montaje escénico que no es lo fundamental en esta obra. Se puede decir que la mujer es la protagonista principal de Los veraneantes y, curiosamente también en las otras obras que se presentarán esta temporada en el Bellas Artes, Las bragas, de Carl Sternheini o El yermo de las almas, de Valle-Inclán, la personalidad femenina es el tema central, de modo que es como si la programación estuviera dedicada a ella.
P. Después de casi veinte años dedicado a la formación de actores en su país, ¿cuál cree que es la importancia y la función de un taller o laboratorio de actores como el que se va a poner en marcha en España?
R. Antes, el actor se hacía en el escenario. Había muchas compañías estables y muchas obras en cartel. Pero hoy las cosas han cámbiado. La crisis del teatro es un hecho y los actores tienen que quedarse en casa largas temporadas. Entonces surgen las escuelas como lugar de formación, pero también como una especie de gimnasio para mantenerse en forma y no estar gordo y dormido cuando te llamen al escenario. Por otra parte, hay ciertos tipos de actuación y técnicas de enseñanza que no responden ya a los tiempos que vivimos. La función de esas escuelas es crear un actor nuevo acorde con la época, que no se limite a recitar los personajes con más o menos convicción, sino que sea capaz de comunicar los problemas, las emociones etcétera, con cierta técnica.
P. En el breve seminario para actores que dirigió aquí el año pasado a instancias de José Luis Gómez muchos de los asistentes quedaron entusiasmados y algo sorprendidos por el método que usted emplea. ¿En qué consiste esencialmente ese método?
R. Hoy se sabe que no existe una diferencia esquizofrénica entre el hombre que actúa y el que vive, entre el actor en la escena y el actor como persona. Siempre se ha tendido a ocultar al actor tras el personaje que presentaba, cuando de lo que se trata es de que sea capaz de expresarlos a través de su propia personalidad. En consecuencia: el método de enseñanza se organiza a partir del conocimiento de cómo funciona el actor-persona y se orienta al reaprendizaje de cosas olvidadas o bloqueadas por la educación, la represión y todos los condicionantes sociales y culturales que impiden al individuo expresarse libremente.
El objetivo es abrir las puertas de todo el organismo. Primero, conseguir una profunda relajación, una sensibilización integral mediante una lenta actuación sobre el aparato sensorial y, por último, la máxima concentración. Estos son los tres pilares que fundamentan mi método, que se puede llamar orgánico y que sigue la escuela de Stanislavsky, quien ya decía que no se puede romper la lógica del comportamiento humano.
P. ¿Qué impresión ha obtenido de sus primeros contactos con el mundo teatral español, especialmente en lo que se refiere a los actores?
R. En general he encontrado un sorprendente nivel. Estos días he mantenido largas e intensas conversaciones con muchos actores y la verdad es que me ha resultado difícil hacer la selección para la quincena de papeles que intervienen en Los veraneantes.
Babelia
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