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Acusan de drogadicto a un consejero de Carter

Hamilton Jordan, el jefe del Gabinete de la Casa Blanca y uno de los principales consejeros del presidente Carter, fue acusado nuevamente ayer de haber tomado cocaína en una discoteca de moda de Nueva York, el pasado verano. Las alegaciones fueron negadas de nuevo por un portavoz de la Casa Blanca.Según reveló ayer el diario New York Post, el Ministerio de Justicia tiene en su poder una declaración jurada de un experto en relaciones públicas llamado Barry Landau, quien asegura encontró al ayudante presidencial, en junio de 1978, en la discoteca Studio 54, y le oyó preguntar dónde podría comprar algo de cocaína.

Después, Hamilton Jordan salió con uno de los dueños de la discoteca y con un conocido distribuidor de cocaína llamado Johnny C., añade la declaración de Landau, según fue recogida ayer por el tabloide neoyorquino. Quien vio inhalar la droga a Jordan no fue Landau, sino Steve Rubell, y éste, junto con el otro copropietario de Studio 54, es quien acusó el pasado fin de semana al jefe del Gabinete de la Casa Blanca.

El jefe de Prensa de Carter, Jody Powell, dijo ayer que la historia publicada en el Post era otra versión del mismo asunto que ya fue rotundamente negado por Hamilton Jordan. Las acusaciones iniciales fijaban abril de 1978 como el mes en que Jordan visitó la famosa sala de fiestas, acompañado por Jody Powell. Pero la Casa Blanca pudo facilitar pruebas de que Powell no asistió y de que la visita ocurrió en junio.

Los propietarios de la discoteca, Ian Schrager y Steve Rubell, fueron acusados el año pasado de una importante evasión fiscal y podrían ser condenados a una seria pena de prisión. Según el jefe de Prensa de la Casa Blanca, ante los errores de su primera acusación, ahora presentan otra nueva, con esos errores corregidos.

El Departamento de Justicia encargó a la policía federal (FBI) una investigación de las alegaciones, que está actualmente en curso. Si en un plazo de tres meses no aparecen suficientes pruebas de que existió un delito, la investigación se abandonará; pero si hay indicios de algún comportamiento ilegal por parte de Jordan, se creará un fiscal especial para investigar a fondo el caso. Esta figura del fiscal especial fue creada después del escándalo Watergate.

La versión oficial es que con sus acusaciones contra Jordan los propietarios de Studio 54 quieren obtener ventajas en su proceso por evasión de impuestos. Ayer mismo, el abogado defensor de Rubell y Schrager declaraba que sólo permitirá al FBI interrogar sobre Jordan a sus clientes, si se llega a un acuerdo sobre el proceso de fraude fiscal. Según las leyes norteamericanas, un procesado puede negociar su colaboración con la justicia a cambio de una reducción en los cargos contra él o en las penas a imponérsele.

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