Jomeini rechaza toda concesión a los kurdos iraníes
Las posibilidades de llegar a un acuerdo sobre un alto el fuego en el Kurdistán iraní se desvanecieron a última hora de la mañana de ayer, al negarse el ayatollah Jomeini a hacer concesiones particulares a la delegación kurda, qué negociaba en Teherán, y al rechazar todo diálogo con el principal partido kurdo, el Partido Demócrata del Kurdistán iraní (PKDI), recientemente prohibido.
La negativa de Jomeini fue hecha pública por el ayatollah Ohammad Behechti, presidente de la Asamblea de Expertos y jefe de la delegación iraní encargada de negociar con una delegación del consejo de la ciudad de Mahabad en representación de los kurdos.En un principio la delegación kurda llegada a Teherán presentó al Gobierno y a la jerarquía religiosa un plan de paz en cinco puntos, en el que exigía la paralización inmediata de las operaciones del Ejército, la retirada de los guardias de la Revolución (milicia jomeinista), la liberación de los patriotas kurdos detenidos y la aceptación por el Gobierno del principio de la convocatoria de una amplia conferencia kurdo-gubernamental para solucionar pacíficamente el problema kurdo. En la mesa de negociaciones, subrayó la delegación kurda, tendrán que sentarse miembros del PDKI.
La delegación kurda hizo, nada más llegar a Teherán, una primera concesión aceptando dialogar con personalidades de la jerarquía religiosa y no sólo gubernamentales, como en un principio pretendieron. Incluso el jefe de la delegación iraní fue un religioso, el ayatollah Ohammad Behechti. Por su parte, fuentes gubernamentales expresaron ayer su deseo de obtener de Jomeini que levante la prohibición del PDKI. Tanto el Gobierno como el ayatollah progresista Mahmud Taleghani, que parecían desear un auténtico diálogo con los kurdos, vieron sus esperanzas defraudadas.
La pequeña tregua registrada ayer en los combates, durante el esbozo de la negociación con los kurdos, fue aprovechada por ambas partes para reforzar sus posiciones. Miles de peshmergas (guerrilleros kurdos) llegaron en las últimas veinticuatro horas a la ciudad de Mahabad, prácticamente sitiada por el Ejército. La tregua no afectó, sin embargo, a las ejecuciones ordenadas por el ayatollali Jalil y que ayer ascendieron a once patriotas kurdos y a doce militantes trotskistas. También fueron ejecutados nueve militares, a los que se acusó de haber ayudado a los rebeldes kurdos. El Ejército, según revelaron fuentes gubernamentales, se resiste cada vez más a «limpiar el Kurdistán», teniendo que ser sustituido en algunas operaciones de limpieza por los guardias de la Revolución.
Unico aspecto positivo de la jornada de ayer en Irán: el director de la Radio y Televisión Islámica anunció que «la mayoría de las publicaciones clausuradas hace diez días reaparecerán próximamente». Más de treinta diarios, semanarios y publicaciones de distintas tendencias, pero en su mayoría de izquierdas, fueron clausurados por el fiscal general del Tribunal Revolucionario.
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