Alivio en Israel por la decisión norteamericana
Con un suspiro de alivio se acogió ayer en Jerusalén el anuncio de que Estados Unidos no presentará en el Consejo de Seguridad su proyecto de resolución sobre la cuestión palestina.
Ahora, el Ministerio israelí de Asuntos Exteriores desearía que el debate en el Consejo de Seguridad no se atrase, como quieren, aparentemente, los norteamericanos, que tratan por todos los medios de conseguir un acuerdo.
Si el debate tiene lugar, como está previsto, hoy, día 23, cualquier proyecto de resolución, probablemente el de Kuwait, obtendrá inmediatamente el veto americano, lo que pondría fin, se cree en Jerusalén, «a las maquinaciones tendentes a variar la resolución 242 del Consejo de Seguridad, piedra angular de toda negociación de paz en el Próximo Oriente».
Tras el affaire Young, la diplomacia israelí tiene motivos para felicitarse con este paso atrás de la Admnistración Carter, que renuncia, in extremis, a presentar su resolución sobre los palestinos.
«Me temo que se trata de una victoria pírrica», afirma Haim Sadok, ex ministro de Justicia laborista, «pues Estados Unidos no retrocede si no es para coger nuevos ímpetus.»
Mientras tanto, los combates se han recrudecido en el sur de Líbano, en vísperas de la reunión del Consejo de la ONU, sin tener, de manera sorprendente, las habituales reacciones políticas y diplomáticas.
Los esfuerzos de la diplomacia israelí se concentran ahora en demostrar a Estados Unidos que Israel suspendería la dinámica de paz desde el momento que se modifique la resolución 242. En este contexto se inscribe el viaje de Moshe Dayan a Nueva York en la próxima semana.
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