Fusión de todas las organizaciones kurdas contra la represión en Irán
Todas las organizaciones políticas y paramilitares de Kurdistán se fusionaron ayer con el propósito de ir a un frente unido, tras la represión desatada contra el autonomismo de Kurdistán por las autoridades islámicas iraníes. Por su parte, el Partido Demócrata del Kurdistán iraquí, a través de un comunicado conjunto, expresó ayer que luchará hombro con hombro con sus compatriotas kurdos de Irán si la escalada del Gobierno de Teherán prosigue. En los comunicados se habla de llegar a la guerra total, si es preciso, para defender al pueblo de Kurdistán.Por otra parte, se supo ayer en Teherán que es inminente el juicio de 33 personas, colaboradores políticos, militares y policías del depuesto sha de Irán, Reza Pahlevi. Entre estas personas se hallan muchos ministros.
En cuanto a la situación represiva contra entidades y organizaciones políticas iraníes, el partido de los mujaidines -combatientes- musulmanes moderados recibió ayer una advertencia según la cual sus actividades serán prohibidas a corto plazo.
Los militantes kurdos dieron ayer un ultimátum a las autoridades iraníes y exigen la liberación inmediata de todos los presos kurdos detenidos últimamente por las fuerzas de seguridad durante las operaciones de mantenimiento del orden, anunciaron fuentes kurdas de la capital persa.
Los kurdos afirman tener en su poder a quinientos «guardianes de la revolución» y amenazan con ejecutar a un miliciano projomeinista por cada kurdo fusilado por las autoridades iraníes.
También exigen la vuelta inmediata a Teherán del ayatollah Sadej Jaljali, nombrado el lunes responsable de los tribunales islámicos de las provincias kurdas por el ayatollah Jomeini.
En Sanandaj, capital del Kurdistán iraní, un centenar de «contrarrevolucionarios fueron detenidos en las últimas veinticuatro horas, reveló ayer, miércoles, el diario de Teherán La República Islámica, vinculado al ayatollah Jomeini.
En el curso de una operación militar llevada a cabo por un destacamento de guardianes de la revolución, en las cercanías de la ciudad kurda de Divan Darreh, murieron unos sesenta militares del Partido Demócrata Kurdo Iraní (PDKI) -recientemente prohibido por el ayatollah Jomeini- y del grupo izquierdista Fedayines del Pueblo.
Diez miembros de las milicias jomeinistas perdieron también la vida en el enfrentamiento.
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