El Ejército entregó el poder a los civiles en Bolivia

El Ejército boliviano cumplió ayer su compromiso de entregar el poder a un Gobierno civil. El Congreso de La Paz ha sido el escenario del inusual espectáculo de un Parlamento democrático aplaudiendo largamente al jefe de una junta militar, el general David Padilla, cuando entregaba los atributos presidenciales a Walter Guevara, jefe del Estado boliviano hasta mayo del año próximo, en que se celebrarán nuevas elecciones generales.La composición del Gabinete de conciliación anunciado ayer por Guevara Arze se espera en las próximas horas. La formación de gobierno está tropezando con dificultades derivadas de las pretensiones de los diferentes grupos políticos que han de integrarlo.

Guevara fue designado presidente interino de Bolivia como fórmula de transacción presentada por los principales partidos para superar el punto muerto provocado por su incapacidad para elegir entre Hernán Siles Zuazo o Víctor Paz Estenssoro, quienes consiguieron los mayores porcentajes de votos en las elecciones del 1 de julio.

«El Ejército vuelve hoy a sus cuarteles para desempeñar su misión específica y garantizar la defensa de los principios democráticos... No debe olvidarse, sin embargo, que observará atentamente el desarrollo de la vida nacional para responder a sus deberes en todo momento de acuerdo con las normas constitucionales... El país no puede estar sujeto a los vaivenes de un peligroso juego de intereses de partido... Ser político no significa impunidad para sembrar desconfianza y crear divisiones.» Estas largas citas del mensaje que el general Padilla dirigió al Congreso para exponer la labor de la Junta durante los ocho meses y medio que ha permanecido en el poder delimitan perfectamente el alcance del papel que se reservan las fuerzas armadas bolivianas en la ambigua situación a que ha conducido la indefinición electoral.

Precisamente una reforma de la ley Electoral, encaminada a evitar que se produzcan situaciones similares, fue anunciada por el nuevo presidente boliviano como parte fundamental de su programa de gobierno. Guevara Arze afirmó que el primer Gabinete civil boliviano en diez años intentará consolidar el proceso constitucional y afrontar los graves problemas económicos que padece este país latinoamericano y que pueden convertirse en la mayor fuente de desgaste del Gobierno.