Armisticio en la "guerra de la gasolina" rumana

La presión ejercida por Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Alemania Oriental sobre el Gobierno rumano produjo una breve tregua en la llamada guerra de la gasolina.

Los turistas de estos países tendrán una prórroga hasta el 10 de agosto para poder comprar gasolina en Rumania, pagando con moneda del país.

Para ahorrar combustible, el Gobierno rumano dictó un decreto, que entró en vigor el pasado 1 de agosto, por el que todos los turistas tienen que pagar la gasolina en divisas o moneda fuerte occidental. Miles de automovilistas polacos, checoslovacos, húngaros y alemanes orientales se quedaron bloqueados en la frontera rumana porque carecían de divisas para repostar.

El jueves, los aduaneros rumanos impidieron la entrada al país a unos 170 automovilistas, en su mayoría checos y polacos, porque no llevaban los catorce dólares necesarios para repostar durante el tránsito a otros países o los veintiocho dólares de gasolina para permanecer en Rumania.

Como respuesta al «cinismo» rumano, el Gobierno húngaro ha establecido que a partir de hoy todos los camiones y autocares con matrícula rumana sólo podrán repostar en Hungría contra la entrega de bonos de carburante, que deben comprarse con divisas o moneda fuerte occidental.