Tradición anglosajona de fantasía y terror

Uno de los géneros más característicos de la cinematografía anglosajona es el fantástico, en virtud de su larga tradición que proviene de la cantidad y calidad de sus antecedentes literarios entre los que sobresalen Edgard Allan Poe y sus Historias extraordinarias, Bram Stoker y Drácula, y Mary Shelley y Frankenstein. En otras cinematografías sólo esporádicamente ha tenido una cierta vigencia y no ha aportado nombres prestigiosos a las listas de especialistas norteamericanos e ingleses. Una excepción es el italiano Dario Argento, hoy colaborador del norteamericano George A. Romero en Zombie ( 1978) y otros proyectos, que tras dirigir cinco películas muy discutibles con Suspiria (1976), excesivamente subvalorada por una crítica cansada por sus trabajos anteriores, consigue la renovación del género que estaba buscando. Reduce la historia a un mínimo entramado donde situar unos efectos terroríficos con interés propio, de forma que el resultado se reduce a una sucesión de números de fuerza con un evidente valor visual y sonoro propio y desaparece una buena parte de la coherencia de la anécdota.Dentro de esta variante del cine fantástico, donde el desarrollo narrativo de la historia es mínimo y están potenciados al máximo los elementos de terror que la integran, llega ahora Phantasma, precedida de un premio en el reciente Festival de Cine Fantástico de Avoriaz, y de un inesperado éxito en el mercado norteamericano. La película tiene una primera parte especialmente atractiva donde se desarrollan unos elementos fantásticos y terroríficos con un gran interés visual y dramático, para decaer progresivamente en la segunda debido a que se intentan estructurar estos elementos, no se consigue y se tiene que acudir a la fácil solución del sueño como única forma de finalizar la historia.

Es el tercer largometraje de Don Coscarelli, desconocido realizador norteamericano que a sus veintiséis anos no sólo ha producido, escrito y dirigido Phantasma, sino que también se ha ocupado de su fotografía y montaje. Coscarelli procede del cine independiente y ha realizado con habilidad una de esas tradicionales producciones de serie B.