Control a distancia de los "marcapasos" cardíacos
Un servicio de vigilancia por teléfono permite, desde hace algunos días, en Ginebra, que las personas afectadas del corazón a las cuales se les ha puesto bajo la piel del tórax un estimulador cardíaco (también llamado marcapasos) puedan controlar el funcionamiento normal del pequeño artefacto sin necesidad de acudir al hospital.En efecto, el servicio de vigilancia por teléfono, obra del centro de cardiología de Ginebra, tiende a facilitar el control del marcapasos, de preferencia en las personas de más de 75 años. El aparato, más pequeño que un paquete de cigarrillos, cumple sus funciones de mantenimiento de una frecuencia cardíaca suficiente, conectado al corazón de los pacientes, sobre la autonomía que le da una pequeña pila, que debe ser controlada, pues no es de duración ilimitada.
El método, de reciente aplicación, no deja de ser simple. El paciente llama al centro de cardiología a una hora y un día fijados de antemano. Pone un pequeño artefacto de alta sensibilidad a la altura de su marcapasos, previamente conectado al micrófono del teléfono, y de inmediato la actividad y frecuencia del estimulador cardíaco es transmitida al receptor del hospital, donde los especialistas del centro pueden asegurarse sobre su buen funcionamiento o irregularidades.
