La coexistencia pacífica, aplicada a los trastantes de riñón
En un ejemplo vivo de coexistencia pacífica, un riñón de un joven soviético muerto en Moscú hace tres días fue trasplantado ayer, en Nueva York, a una madre de familia griega.La operación fue realizada en el Downstate Medical Center, después de que el riñón fuese enviado por avión desde Moscú el pasado miércoles. El órgano transplantado pertenecía a un joven soviético de veintiún años muerto en accidente de automóvil.
El envío se realizó desde Moscú, como continuación de la práctica, establecida hace ya dos años, de intercambio de órganos para trasplantes entre los dos países.
El riñón del joven soviético fue trasplantado a una mujer griega de 43 años, madre de dos hijos, cuya identidad no ha sido facilitada. Las autoridades médicas soviéticas enviaron también a Estados Unidos el segundo riñón del joven muerto, pero hasta ahora no ha sido utilizado y se teme que ya no pueda serlo, dado que han transcurrido los tres días que se considera como plazo máximo para que un órgano de este tipo pueda ser trasplantado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.